La comunidad de Call of Duty: Black Ops Cold War ha hecho algo que parecía que nunca podría suceder: pedir a Treyarch que haga una mejora en los lanzadores. Tanto el RPG-7 como los lanzagranadas del juego han sido objeto de crítica, aunque en esta ocasión se debe a su reducido poder y no a la causa habitual, que suele ser justo la contraria. Sin embargo, muchos jugadores creen que en el estado actual ni siquiera merece la pena que estén presentes en el juego.
La situación viene provocada, en buena medida, por la necesidad de utilizar este tipo de armas de cara a conseguir el camuflaje más importante de este Call of Duty: Cold War. Para ello hay que cumplir con todos los desafíos y desbloquear la skin de Diamante de todas las categorías de armas, algo que parece prácticamente imposible y que está sacando de quicio a todos los jugadores que lo intentan, que deben irse al modo extremo para poder jugar en condiciones con estos explosivos.
Sin embargo, el problema podría no estar causado solo por estas armas. La ventaja Traje de protección. Se trata de un clásico de la saga que hace que recibamos menos daño por los explosivos de todas las categorías, excepto los de rachas de bajas. Para muchos jugadores la mitigación de daño es completamente desproporcionada… y tienen razón. Ni siquiera un impacto directo de RPG 7 en la cabeza del oponente es suficiente para acabar con él.
De momento Treyarch no ha comentado nada al respecto. La desarrolladora quizás debería de reducir el poder de esta ventaja y aumentar muy ligeramente el de los lanzadores. Sin embargo, los jugadores tienen razón cuando argumentan que si van a ser completamente inútiles no tiene demasiado sentido que estén presentes en Call of Duty: Black Ops Cold War en forma alguna y nos obliguen a usarlos para conseguir el ansiado camuflaje de materia oscura.