Si eres fan de series como Fatal Fury o King of Fighters seguro que te pondrás a temblar cuando sepas que la editora y desarroladora japonesa SNK podría ser absorbida por una empresa perteneciente al príncipe Mohammad bin Salman, de Arabia Saudí, a principios de 2021.
Podría ser el comienzo de la llegada de inversiones provenientes del mundo del petroleo de Oriente Medio a los videojuegos, que aprovecharía un mercado de creciente importancia a nivel mundial que, además, cada vez cobra más relevancia en aquel territorio, con más juegos e incluso paradas de los circuitos profesionales de esports (aunque grandes jugadores ya tienes, como es el caso de Arslan Ash, ganador del EVO 2019 y de EVO Japan 2019 en Tekken 7).
SNK ha firmado el 26 de noviembre una opción de transferencia de acciones con EGDC (Electronic Gaming Development Company), una empresa de Arabia Saudita. Si se produce la transferencia, la empresa tendrá 3 meses para adquirir acciones y convertirse en acciones principal, suponiendo que el resto de accionistas principales no intervengan, al tener derecho también de adquirir estos valores.
SNK no es la misma compañía que nos maravilló en los salones recreativos de los 90, pero sí heredera de todo aquello, y aunque tiene sede en Japón, cuenta con filiales en Corea del Sur y Hong Kong, siendo sus principales accionistas actuales de China y Hong Kong.
Si esta adquisición acaba culminando quizás sea el comienzo de una nueva etapa del mundo de los videojuegos...