El fichaje de Rekkles por G2 Esports es uno de los momentos cumbre del mercado de fichajes del League of Legends occidental. Era un hombre de club. El jugador franquicia de Fnatic parecía destinado a colgar el ratón en la disciplina británica. Sin embargo, la realidad es la que es y el tirador sueco ha decidido iniciar una nueva etapa en el que ya se ha asentado como el eterno rival.
La situación ha sido traumática para los aficionados de Fnatic. Puede que el club todavía no se haya resentido. Incluso es posible que su sustituto sea un recambio de garantías que podría hacer que la pérdida sea menos notoria. Aun así, la frustración por la salida del jugador que idolatraban no va a ser menor. La pregunta está clara y lo que todos los fans quieren saber es por qué.
Es imposible saberlo hasta que Rekkles se pronuncie claramente sobre ello, pero unas declaraciones del jugador de hace más de un año con motivo de la marcha de Caps a G2 Esports hacen que podamos entender cuál fue el proceso de toma de decisiones del jugador.
En ellas, dice lo siguiente: “Al principio estaba muy enfadado. Pensé que había llevado la situación muy mal y él era mi amigo más cercano en el equipo. (…) Fue raro que no me lo dijera, pero ahora ya no estoy cabreado. Se fue diciendo que había problemas. Hace parecer que el único motivo para irse era ganar, más que cualquier otra razón. Deje de lado la actitud de ‘qué cojones hace este chaval’ y ahora es más como ‘lo siento por dudar de ti’. (…) Al final, son negocios”
El único reproche de Rekkles a Caps es personal. Le molestó el hecho de que no le mantuviera al día de la operación y que se tuviera que enterar por otras fuentes. Sin embargo, el tirador entendió la decisión del equipo. Lo curioso es que la salida del sueco también se puede explicar con esos problemas y esa ambición por ganar. El vestuario de Fnatic es un polvorín y la promesa de levantar la Copa de Invocador siempre ha sido una realidad tanto para él como para G2 Esports.
La otra lectura, es la que debe hacer el aficionado de Fnatic. Como le pasó a él, es normal tener un cabreo monumental en el primer momento. Sin embargo, debe dejar paso a una segunda etapa de reflexión. El proyecto deportivo del club no invitaba al optimismo alguno y Rekkles no es un jugador hecho para quedar segundo.
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