Call of Duty: Black Ops Cold War acaba de llegar al mercado y la comunidad está como loca dedicándose al nuevo título de la saga. No es para menos, ya que con todos sus problemas la vuelta al conflicto más clásico tenía en vilo a muchos jugadores que ya estaban esperando que llegara el título de Treyarch para devolverle las sensaciones más clásicas de la saga y dejar atrás el multijugador de Modern Warfare.
Entre el ansia y el número de jugadores probando el título, era de esperar que ya en las primeras jornadas se sucedieran las jugadas destacadas de los miembros de la comunidad. Lo que no era previsible es que la mismísima Guerra Fría nos diera en las narices con un jugador reviviendo uno de los iconos culturales occidentales de la época con un movimiento que firmaría el mismísimo James Bond en las películas originales y que se refleja a la perfección en este Black Ops Cold War.
En la jugada vemos como, reproduciendo el papel de Sean Connery en las películas, deja pasar a sus enemigos que se transportan en una barcaza militar para iniciar un ataque desde una posición elevada y acabar con el timonel y sus dos esbirros en las torretas. Todo esto ayudado por el silenciador. De hecho, como los malos en la novela y el cine, los enemigos ni se dan cuenta de que están sufriendo bajas hasta que es demasiado tarde.
Es casi poético observar al final de la jugada como el enemigo que quedaba en el barco ya mermado no puede hacer nada más que mover la torreta en un último esfuerzo infructuoso antes de asumir el que será su destino.
Apenas acaba de lanzarse y la experiencia nos invita a ser pacientes para hacer juicios de valor tajantes sobre las entregas de la saga. Sin embargo, este Call of Duty: Black Ops Cold War parece prometedor en cuanto a lo que pueden ofrecer sus escenarios. Ahora, solo queda esperar a que Warzone se una a este universo con el esperadísimo evento de transición para acabar de rematar la faena.