Ya falta menos para que el próximo 20 de noviembre aterrice en Nintendo Switch el último gran exclusivo de la híbrida para este año 2020, Hyrule Warriors: La Era del Cataclismo. Hoy os traemos un avance en profundidad tras haberlo jugado a fondo, para contaros lo que podemos esperar de este musou con toques de precuela que hará las delicias tanto de los amantes del género como de la franquicia. Veamos que nos depara este Hyrule Warriors la Era del Cataclismo.
Primero y antes de nada pongámonos en situación. Uno de los principales atractivos, y que más nos está manteniendo pegados a Hyrule Warriors La Era del Cataclismo, es su ambientación. Como su nombre indica, esta nueva entrega nos transporta hasta los acontecimientos que desencadenaron la situación que seguiría en Zelda Breath of the Wild. Por ello, de entrada, todo en este Hyrule Warriors La Era del Cataclismo resulta familiar. Los personajes, el apartado artístico, los escenarios, los ítems, las armas, todo. Y esto no solo es un pro para todos aquellos que jugasen a la maravillosa entrega con la que la híbrida de Nintendo abrió su catálogo hace ya unos años, sino para cualquier amante de la saga del símbolo de la trifuerza. Nintendo, sabedora de que este es el principal pro de su título, no se esconde y lo exprime con la fuerza necesaria para mantenernos capítulo a capítulo con ganas de más ¿Qué pasó verdaderamente hace 100 años? Conocer los acontecimientos que no se narran en Breadth of the Wild es algo que de hecho nos mantiene enganchados a la pantalla.
Y para ello tendremos que repartir estopa como locos. De eso se trata el musou como género, ¿no? Efectivamente, enfrentamientos contra hordas repletas de enemigos, decenas, incluso cientos de ellos. Pero no estaremos solos. El elenco de personajes con los que contaremos irá creciendo a lo largo de la aventura y, obviamente, contaremos con los Elegidos Daruk, Mipha, Revali y Urbosa. Como marca de un buen musou, la gente de Koei Tecmo se ha encargado de poner todas las cartas sobre la mesa desde el principio, incluso quizás demasiado pronto. Cada personaje cuenta con sus propias mecánicas, cierto, pero la progresión queda en un segundo plano dando una mayor importancia a la espectacularidad.
Es decir, prácticamente todo lo que puede hacer nuestro personaje lo podrá hacer desde el principio. Podremos conseguir más corazones para aumentar nuestra vitalidad, así como alargar la duración de nuestro combo, pero todas las cartas estarán sobre la mesa desde el principio. Otro elemento que presenta luces y sombras son las armas. Cierto que podremos contar con un más que respetable catálogo de estas, pero, por ahora, solo Link presenta un comportamiento diferente ante diferentes tipos de armas. Por ello, algunos ataques especiales, o el propio combo en sí, será diferente si llevamos una espada a una mano, si llevamos una lanza o si llevamos un mandoble. En cambio, sí que cada personaje presenta diferentes funcionalidades y sistemas de combate en ocasiones diametralmente opuestos unos de otros. Por ejemplo, Daruk será el característico personaje tanque y lento, mientras que Revali será ágil y veloz. Cada personaje contará con sus propias habilidades, así como sus propios ataques especiales.
Lo que si que todos los personajes tendrán en común serán las características habilidades de la piedra sheikah. Las bombas, el muro de hielo, el imán y el efecto paralizador. Estos cuatro elementos nos permitirán poder interactuar en mayor medida con el entorno ofreciendo un componente algo más estratégico a los combates. De hecho, este elemento también nos ha servido en prácticamente todos los combates contra jefes y mini jefes, así como para contra restar sus ataques. Si nos paramos un momento a observar estos combates nos están resultando un elemento fresco e interesante para marcar el tempo de las diferentes misiones. Nos permiten encontrar un reto algo mayor, con un plus de estrategia ya que para asestar golpes demoledores a los enemigos primero deberemos debilitarlos. Obviamente, cada uno tendrá su propio punto débil.
Y como musou, los tempos son clave. Cada misión es pura acción. Combates, combates y más combates contra todo tipo de enemigos, algunos de ellos más familiares que otros si habéis pasado ya esta generación por Breadth of the Wild. Y de nuevo, como musou, este es tanto su elemento más llamativo como su principal talón de Aquiles. Las misiones, cada vez más, se antojan repetitivas en sus mecánicas reduciéndose a desintegrar decenas, o centenas, de enemigos y recuperar bastiones para, de esta manera, ir saltando de objetivo en objetivo. Poniendo la monotonía frente a la adrenalina, vale decir que el gusto de las batallas contra ejércitos completos a golpe de espada supera lo repetitivo que el género es por sí mismo.
Para hacer de esto algo más fresco, Hyrule Warriors la Era del Cataclismo cuenta con un buen montón de cinemáticas que sirven para narrar la historia de forma completa. Desde como se nos presenta el conflicto a como agrupamos a los Elegidos para emprender nuestra aventura.
Siguiendo con el ADN propio del género, el título de Nintendo contará con una buena cantidad de side quests adicionales que podremos realizar tanto para conseguir materiales adicionales como para subir de nivel a nuestros personajes. Para ello, nuestro hilo conductor del juego será el característico mapamundi al que volveremos tras cada misión. Conforme vayamos avanzando en el juego, este mapa se irá plagando de iconos como si del típico sandbox se tratase. Aunque pueda parecer abrumador, no os asustéis, ya que la mayoría de ellos son simples interacciones. Interacciones que nos permiten desbloquear una posada, una tienda, una nueva receta, etc. Un sistema muy simple pero resultón que nos está pareciendo muy correcto para no romper el ritmo del juego y mantenerlo condensado en su propuesta, apretar los dientes y arrasar ejércitos. Muchos de estos iconos presentarán interacciones tan sencillas como mejorar el combo de un personaje, añadir un corazón adicional a nuestra barra de vida o, como hemos mencionado, aprender una nueva receta que nos permita añadir sus efectos especiales al siguiente combate.
Si nos paramos un momento a revisar las side quests de Hyrule Warriors la Era del Cataclismo tampoco estamos ante ninguna revolución del género. En este sentido Koei Tecmo ha pecado de conservadurismo y nos estamos encontrando las típicas misiones donde se trata de repetir lo que ya hemos hecho con un objetivo ligeramente diferente que, en la mayoría de las ocasiones se resume o bien en derrotar a un número de enemigos o minibosses y/o realizar la acción antes de que el tiempo llegue a cero. ¿Un aliciente? Si, ya que serán necesarias si queremos conseguir determinados elementos que nos permitan a su vez, desbloquear ciertos puntos del mapa. Al final se traduce en un elemento para alargar la vida del juego de forma artificial.
Decimos de forma artificial porque, a pesar de que Hyrule Warriors la Era del Cataclismo recomienda siempre en las misiones principales llegar con un nivel recomendado, lo cierto es que no estamos ante un título excesivamente exigente. Hemos realizado misiones con más de diez niveles por debajo del recomendado y no hemos tenido ni el más mínimo problema en acabar con los enemigos, por ahora.
Un elemento que, de nuevo, presenta luces y sombras, es el añadido de las bestias sagradas como armas controlables. Será en ciertos momentos de la aventura -y posteriormente en las side quests- que podremos subirnos a los mandos de las diferentes bestias y controlarlas para acabar masivamente aun con un número mayor de enemigos. Sobre el papel parece algo sin precedentes, pero lo cierto es que al final se traduce en un machaca botones que deja poco margen a la improvisación. Visualmente muy bonito, jugablemente mejorable.
En lo técnico poco tenemos que objetar. Demasiado bien rinde sobre un hardware somo es el de Nintendo Switch, presentando decenas de enemigos en pantallas en todo momento con caídas muy esporádicas de frames. Si además jugamos en su versión de sobre mesa la cosa mejora y presente ligeras mejoras técnicas que lo hacen más atractivo visualmente y, por lo tanto, la mejor versión a la que recomendamos jugarlo. Cierto que sufre cierto popping y que los escenarios no son tan detallados como en Breadth of the Wild, pero el título tampoco lo pretende. Por lo demás el juego nos está pareciendo tremendamente atractivo en lo visual haciendo del título de Nintendo una verdadera delicia en los combates. Quizás el mayor pero en lo técnico sea la cámara que nos ha jugado alguna mala pasada en más de una ocasión y que responde lenta ante el frenetismo de la batalla haciendo que en más de una ocasión nos encontremos machacando botones en el ángulo ciego de la consola.
Y todo ello en perfecto español ya que el juego sigue llegándonos tanto traducido como doblado al castellano con las voces del título original. Nos estamos encontrando con un pequeño fallo en donde las voces no se escuchan correctamente si estamos jugando desde la docking, por lo que esperamos que sea un problema local o que Nintendo no se demore en solventarlo ya que no algo baladí.
Mientras tanto seguimos avanzando en los acontecimientos previos al Cataclismo a la espera del análisis definitivo. Un título muy divertido y emocionante repleto de pros y contras. Veremos hacía donde se acaba decantando la balanza.
La ficha completa:
- Título: Hyrule Warriors: La Era del Cataclismo
- Desarrolla: Koei-Tecmo
- Distribuye: Nintendo
- Plataformas: Nintendo Switch
- Fecha de lanzamiento: 20 de noviembre de 2020
- Precio: 59.99€
El 20 de noviembre de 2020 llega, en exclusiva para Nintendo Switch, una nueva aventura ambientada en el universo de Zelda: Breath of the Wild, pero que nos lleva 100 años antes de los hechos del exitoso RPG.
