La expectación por la nueva generación de consolas es máxima, de cara a su lanzamiento en España el próximo 19 de noviembre de 2020. Sin embargo, mientras esperamos a su llegada a las tiendas, los usuarios están deseando devorar cualquier información nueva sobre los cambios y mejoras de estos nuevos miembros de la familia que serán PS5 y Xbox Series X.
Por eso, una de las estrellas de los primeros compases de la nueva generación de consolas es el Dualsense, el nuevo mando de PlayStation 5, que incorpora nueva tecnología respecto a lo que ya conocíamos con el Dualshock 4 y otros mandos tradicionales. De esta manera, a las bondades habituales de los mandos de consola se suman pequeñas innovaciones como el giroscopio (aunque ya se usaba en anteriores versiones de la consola), el micrófono integrado (que también estaba), la vibración mejorada que coloca al Dualsense al nivel de la vibración detalladísima de los Joy-Con, o los gatillos hápticos que ofrecerán resistencia en función de lo que ocurra en el juego.
Todo esto hace que las entrañas del mando sean tangencialmente distintas a los del Dualshock 4 y anteriores, y aunque lo normal será que no veas las tripas del Dualsense, salvo que tengas un ataque de furia y lo estampes, ya lo han abierto para que veamos sus componentes.
Lo primero es que recordéis que si abrís el mando perderá cualquier tipo de garantía que tuviera. Sin embargo, la buena noticia es que si decidís hacerlo, no parece demasiado complicado de montar y desmontar, con la excepción de los gatillos hápticos.
Más allá de esto, queda por comentar que sí, esta vez sí parece que Sony nos ofrece un mando de calidad con un buen acabado y una gran respuesta. La sensación de tener en las manos un mando endeble que tuvimos cuando cogimos por primera vez Dualshock 4 desaparece, y los sticks analógicos no parece que sean de los que se desmenuzarán con las horas de uso... Aunque aún no hemos podido trastear lo suficiente con PS5 como para llegar a una conclusión definitiva a este respecto.