Riot Games comenzó este año con un propósito tan complejo como admirable: solucionar la toxicidad en SoloQ y, por extensión, en todos los rangos y modos de juego de League of Legends. Las críticas durante el confinamiento, justo cuando más gente estaba jugando, se hicieron insoportables y comenzó entonces una revisión de los sistemas de castigo y detección de jugadores AFKs, tóxicos y un último grupo particularmente dañino: los que pierden a propósito.
Durante el pasado mes, Riot avisó de que estaría realizando pruebas durante unas semanas en lo que a detección y castigos se refiere. A pesar de que la última iteración del sistema está por venir, consideran que es el momento de compartir algunos resultados con nosotros. Y esto es lo que han contado:
"Estamos seguros de que estamos tocando las teclas correctas", cuenta Riot Codebear antes de afirmar que tanto la detección de quienes se van de las partidas como los castigos, junto con su segunda iteración de los inteadores que pierden a propósito, ha mostrado mejoras. Comentan que tanto la detección como los castigos han aumentado, razón por la que han habido un 30% menos de conductas tóxicas durante estos últimos tiempos.
Riot Games también realizó un pequeño experimento, en el que aumentó los requisitos del sistema para marcar a alguien como AFK, lo que bajó el ritmo de castigos durante un tiempo. El objetivo era demostrar que esto hacía aumentar la cantidad de conductas negativas, y así fue como sucedió. Los castigos, aunque algunos pedagogos digan que no, funcionan.
Los creadores de League of Legends cuentan que seguirán "entrenando" sus sistemas para aumentan tanto la puntería como su velocidad a la hora de detectar a los que estropean nuestras partidas. Buenas noticias para los que intentamos subir a oro antes de que la temporada termine.