Riot Games sigue aplicando la receta del éxito que tan bien le ha funcionado en League of Legends a VALORANT. La desarrolladora ya ha anunciado unos cuantos cambios al juego que seguirán el estilo de su MOBA. Una estrategia que se acentúa cuando hablamos de los sistemas relacionados con el juego. El mejor ejemplo son las partidas clasificatorias, aunque próximamente habrá una actualización que creará otro paralelismo.
Durante la primera mitad de 2021 habrá disponible en VALORANT un servidor de pruebas al estilo PBE. En él, Riot va a ofrecer la posibilidad de probar los ajustes de equilibro a Agentes y armas antes de incorporarlas al juego final. Además, también nos permitirá disfrutar los modos de juego alternativos que se vayan incorporando al juego antes de que estén presentes en los servidores oficiales.
El propósito es evitar algunos grandes problemas que surgen en el juego con el lanzamiento de nuevos mapas o agentes. Muchos bugs, como las torretas invisibles de Killjoy, dejarán de llegar al servidor en vivo en cuanto la desarrolladora cuente con una base de jugadores más sólida que se dedique a hacer un número de comprobaciones jugables inasumible por el estudio responsable de llevar a cabo las actualizaciones.
La única parte negativa de esta adaptación del PBE a VALORANT es que perderemos algunas sorpresas. Normalmente en League of Legends sabemos todo lo que va a pasar en el juego con un par de semanas de antelación. Es cierto que Riot Games a veces se guarda alguna bala en la recámara para tratar de dar un golpe de efecto, pero es bastante poco habitual, algo que decepciona a algunos jugadores.
En cualquier caso, parece una noticia eminentemente positiva. Los beneficios superan con creces a esta pequeña pega y permitirán disfrutar del juego en un mejor estado en cuanto a la integridad competitiva.