El lag es uno de los problemas más temidos por cualquier jugador de Call of Duty. Ya sea en Modern Warfare o en Warzone, lo normal es que los errores de conexión acaben por jugarnos una mala pasada y tengamos que ver cómo de forma irremediable los enemigos terminan con nosotros por mucho que seamos los que mejor han interpretado y ejecutado la jugada.
La situación tiene múltiples causas, entre las que puede estar nuestro propio proveedor de conexión a internet o, en un caso todavía peor, el servidor de juego. Lo que muchas veces no tenemos en cuenta es que hay ocasiones en las que el lag puede ser el mejor aliado de un jugador. Es algo excepcional y solo beneficioso en situaciones muy concretas, pero como solemos decir los gallegos: “habelas hailas”.
Depende de la perspectiva desde la que lo queramos ver, esto es lo que descubrió el verdadero protagonista de la jugada que os mostraremos a continuación. En ella se ve claramente cómo, se teletransporta por una más que probable pérdida de paquetes que llega en el mejor momento posible y le permite vivir para contarlo y continuar con su racha de bajas.
La terrible demostración de que el lag puede ser peor que cualquier susto de Halloween y hay lecciones que solo se pueden aprender por las malas. Eso sí, el resultado sería el mismo que tras el típico “truco o trato” de las noches de muertos americanas: acabar saltando de la silla tras encontrarnos a un rival con el superpoder de teletransportarse gracias a una conexión algo regulera.
Modern Warfare y su Warzone dan los últimos coletazos. Los problemas de conexión ocasionales son un clásico que lleva tiempo acompañando a la franquicia y, aunque no siempre son culpa de los servidores de Activision, lo cierto es que esta vez tampoco se han librado de unas cuantas críticas. La parte positiva es que la comunidad se lo ha tomado con toneladas de buen humor.
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