Muchas veces el mundo de los videojuegos es cuestión del ensayo y error. Pasa con los juegos, que necesitan de testeo intensivo, e incluso así llegan con bugs en muchos casos, pero también pasa con las consolas, como se demostró con Xbox 360 y su anillo rojo de la muerte, o con PS4 y su sonido al nivel del motor de un avión.
Por eso Sony ya llega curada de espanto a la nueva generación que se avecina con PS5 y Xbox Series, y su nueva consola podrá optimizar el rendimiento de la ventilación y refrigeración en función de cómo funcione con los futuros juegos que lleguen al sistema.
Así lo ha confirmado el ingeniero que ha trabajado en el sistema de refrigeración del sistema, Yasuhiro Ootori, en una reciente entrevista concedida a 4Gamer.net. Según sus declaraciones, Sony planea actualizar el ventilador en función de cómo se comporten los juegos en la APU de la consola (la APU es el 'cerebro de PS5, que mezcla CPU y GPU).
PS5 cuenta con 4 medidores de temperatura internos, estando 3 en la placa base y uno más en la propia APU, y se usarán todos para comprobar el rendimiento del sistema de refrigeración de la consola.
De esta forma, quedan claras dos cosas. Que Sony no está 100% segura de cómo se comportará su nueva consola con los juegos más exigentes, y que la compañía quiere estar preparada para evitar posibles fallos de hardware por sobrecalentamiento, ya sea un exceso de ruido innecesario, o una falta de ventilación.
En cualquiera de los casos, no se trata en absoluto de malas noticias, ya que parece que han aprendido de sus errores y van a aplicar su aprendizaje a su nueva consola. De hecho, en la misma entrevista Ootori cuenta que hicieron un modelo de PS5 transparente para comprobar el flujo de aire dentro de la consola, y así hacer mejoras sobre el terreno.
En cualquier caso podemos estar seguros de que PS5 no se sobrecalentará, y que además Sony actuará directamente si hubiese algún problema.