Llegas a tu casa después de un día de trabajo, enciendes el PC y te pones a jugar a VALORANT. Es una rutina de cualquier jugador o jugadora del shooter táctico que quiera tener un rato agradable antes de pasar página y encaminar la próxima jornada. Sin embargo, a veces algunos miembros de la comunidad no están dispuestos a dejar que el resto se diviertan y prefieren gastar toda su energía en ser tan destructivos como puedan.
Con un chat de voz tan necesario como lo es el de VALORANT la situación afecta de forma especialmente grave a las mujeres. Los tristes clásicos, disfrazados como chistes, se cuelan en el chat. Ese vete a fregar o la “graciosísima” pregunta sobre si el wifi llega a la cocina parecen frases consideradas por muchos como un alarde de ingenio sin parangón
Esta situación no hace distinción entre jugadoras y también tuvo que enfrentarla sojyoo, una streamer que trabaja para Riot Games. Como ella misma relata, ya está acostumbrada a los comentarios tóxicos: “He pasado por muchos comportamientos de este tipo dirigidos hacia mí cuando jugaba partidas competitivas y nunca lloré o me sentí tan afectada como ese día. Nunca silencio (a los jugadores) para poder recibir indicaciones de la posición de los enemigos, incluso si eso significa aguantar a compañeros tóxicos. Tenía mucha frustración acumulada y el comentario final fue la guinda del pastel”.
A lo que se refiere sojyoo con el comentario final es a una última declaración de este usuario desconocido, que no contento con su comportamiento decidió investigarla en internet para seguir acosándola. Tras dedicar parte de su tiempo vital a buscarla en Twitch, le pareció buena idea enviarle un mensaje final, como si no hubiera sido suficiente. En él, lejos de arrepentirse, incidía en su actitud y sentenciaba con un: “Buen trabajo fingiendo para conseguir espectadores”.
Al final, la streamer acabó desbordada ya que, como le puede pasar a cualquiera en un mal día, encaraba el momento con frustración acumulada de otros ámbitos de su vida personal. La deshumanización, como si detrás de la pantalla no hubiera una persona, se lleva al extremo en los juegos en línea. Cualquiera puede estar pasando un mal día y verse especialmente afectado por unos comentarios que son del todo inaceptables y que, en este caso y tantos otros, se esconden detrás de un pensamiento que debe erradicarse.
Aunque se personifica la historia en esta streamer y tiene mayor repercusión por su trabajo en Riot Games, es prácticamente el pan de cada día para las jugadoras. La toxicidad es transversal a todos los juegos en línea y no se puede señalar un único culpable ni cargar contra desarrolladora, pero lo mínimo es que los energúmenos que llevan a cabo este tipo de conductas reciban un castigo ejemplar.