Es verdad que Teemo o Yasuo han acabado siendo muy icónicos de League of Legends, pero si pensamos en un campeón canónico del mundo de Runaterra, seguramente nos venga a la mente Ryze. El Guardián de las Runas tiene un rol completamente decisivo en el lore, mientras el entorno competitivo siempre ha brillado en las grandes citas.
Ha sido reworkeado más de cinco veces desde su lanzamiento en la beta hace casi 11 años, pero desde hace un tiempo lleva ausente del metajuego. Sólo en 2011, en el primero de los Campeonatos Mundiales donde no se apreciaba este campeón y apenas se jugaban un puñado de partidas, Ryze no fue usado. En estos Worlds 2020, nueve años después, esto puede suceder otra vez más.
Ryze se ha usado un total de 8 veces en todo el verano en las grandes ligas, un 1% de presencia si contamos con los dos bloqueos. Se trata de un campeón irrelevante con menos presencia que Aurelion Sol, Qiyana e Illaoi durante este mismo período en las grandes ligas.
Una de las razones bien puede ser su último rework en el parche 9.12, el cual data de junio del pasado año, que eliminó su característico root en la W y lo cambió por un ralentizar que sólo inmobiliza si gasta una runa. Aunque quizás habría que mirar más en el metajuego, donde campan a sus anchas personajes que directamente son counters de él como Syndra, Zoe u Orianna. Ryze puede hacer daño a los melés, y estos no se ven mucho en medio, quedándose muy fuera del meta actual. Además, el estilo de juego de snowball tampoco le beneficia.
Por tanto, es normal que Ryze no aparezca en las partidas de Worlds y tampoco haga acto de aparición en lo que queda de campeonato. Sus características actuales son buenas para un número muy limitado de condiciones... Que posiblemente no se den dado el estado actual del juego.
Por tanto, si eres fan de Ryze, que sepas que le vas a seguir echando de menos.
Aunque en League of Legends tenemos una preocupante tendencia a renegar de nuestra historia, es el momento de recordar cómo fueron los Worlds de 2011. La aventura de Fnatic y xPeke hacia un olvidado título mundial.
