League of Legends se ha convertido en un fenómeno de masas capaz de mover a millones de personas a lo largo del mundo. Los Worlds son, como cada año, la prueba empírica de este hecho y una ocasión para darnos cuenta de una realidad a la que a veces no le prestamos atención: LoL se ha convertido en mucho más que un juego.
Según a quién le preguntes te dirá que es un deporte, un espectáculo o quizás que le estamos dando demasiada importancia. Aun así, lo cierto es que League of Legends ha sido capaz de crear historias y narrativas únicas que van desde la misma experiencia personal hasta el juego profesional. Un esport que no es peor o mejor que ninguno, pero que ha conseguido trascender.
Un aficionado al juego y su competición produjo un vídeo con metraje de diferentes momentos históricos de LoL como deporte electrónico en el que intenta condensar todo esto en apenas tres minutos. Nos habla de la relevancia y de lo que es capaz de hacernos sentir lo que pasa en la Grieta del Invocador y todo lo que le sucede fuera de ella a personalidades con las que estamos verdaderamente conectados.
Nada de lo que pasó desde entonces nos va a quitar el nudo en la garganta al escuchar a Forgiven ni la verdadera locura que vivimos mientras la flecha de PraY avanzaba imparable hacia Duke. La mayor parte de las grandes historias se forjan, precisamente, en los Worlds. Un momento del año especial para cualquier aficionado a los esports y en el que merece más la pena que nunca reivindicar la importancia que tiene este fenómeno.
League of Legends será solo un juego para quien así quiera verlo. Sin embargo, todo lo que el MOBA de Riot Games es capaz de generar lo convierte en un fenómeno de relevancia mundial.