Leemos en VGC que varios usuarios europeos han recibido mensajes de diversos establecimientos en los que avisan a clientes que han reservado PS5 que quizás no puedan cumplir con la entrega del producto que han pre-comprado hasta 2021.
Cadenas como Gamestop en su filial de Irlanda o incluso Amazon han enviado correos electrónicos a los clientes alegando a un retraso "fuera de nuestro control" con el que no garantizan la entrega de PS5 el día de su lanzamiento el próximo mes de noviembre. En el mismo mail se ofrece permanecer en la cola de pedidos o cancelar por completo.
El medio cuenta el ejemplo de ShopTo, de Reino Unido, quienes ya conocen los detalles de la asignación de sus consolas, por lo que han escrito correos a sus clientes indicando ya sea que su pedido está garantizado para el 19 de noviembre o bien que no podrán servirlo hasta más adelante.
Sony ya se disculpó por su confuso plazo de reservas, que se abrió en varios comercios a los pocos minutos de anunciar precio y fecha de lanzamiento de PS5. Ahora, parece que debido a una mala comunicación se han reservado más consolas de las que los comercios pueden servir el día que la consola de nueva generación de Sony llegue a las tiendas, lo que hará que muchos tengan que esperar a una segunda remesa prevista, al parecer, para 2021.
Esta información llega con cuentagotas y todavía con algo de confusión, por lo que no es sencillo confirmar que esto vaya a ocurrir en el resto de territorios de Europa; de momento esto solo parece estar afectando a Reino Unido. Pero no hay garantías de que no vaya a pasar en el resto de Europa. De momento, desde Sony no se han manifestado al respecto, por lo que toca ser prudentes.
En el caso de confirmarse, nadie tendría garantizada su entrega de PS5. Es de suponer que los comercios las entregarían en orden de reserva si finalmente no pueden abastecer todas las reservas que se han hecho hasta el momento. PS5 se agotó en las dos oleadas que se han puesto a la venta en pocos minutos.
Una expectación que está generando algo de caos y que podría verse reflejado en un cambio de planes, tanto para comercios como para clientes que esperan con ansia dar el salto a la nueva generación. Un caos que recuerda a cuando hace 20 años se reservaba PS2.