Hace unos días se anunció un tremendo golpe de efecto en la industria de los videojuegos con la adquisición de ZeniMax por parte de Microsoft en una operación que ha tenido un montante de 7.500 millones de dólares. En otras palabras, esto significa que Xbox tiene el poder del congolmerado de Bethesda, con nuevos estudios a su disposición y poderosas sagas en su poder, como Fallout, Doom, The Elder Scrolls o Wolfenstein entre otras.
Todavía no se ha esclarecido cómo se aprovechará Microsoft de tener la posesión de Bethesda como parte de los 23 estudios que desarrollan para la empresa de Redmond. Puede que próximas entregas de las mencionadas franquicias lleguen en exclusiva para Xbox Series X|S, pero también puede que sean multiplataforma y que así la marca se lleve buena parte de los beneficios de los juegos que se vendan en PlayStation. Una operación financiera redonda que puede tener muchos matices; han invertido mucho y tendrán que amortizarlo.
A esto se añade que los juegos de Bethesda estarán, presumiblemente, disponibles en Game Pass desde el día de su lanzamiento, siendo una oferta mucho más atractiva para los poseedores de Xbox Series X|S, que pueden disfrutar de los títulos de la empresa con la suscripción a Game Pass. Aunque lo normal sería que Microsoft modificara la cuota del servicio, que a simple vista parece insostenible.
En cualquier caso y, con vistas además de que Microsoft podría comprar más estudios próximamente, Sony tiene que tener una respuesta ante este movimiento si no pretende que le coman la tostada en la nueva generación. En PS4 vs Xbox One prácticamente no ha habido competencia, pero los de verde, tras pasar turno y coger fuerzas, vienen con todo a esta batalla.
¿Cómo podría responder Sony? Puede que no le valga con los exclusivos first-party que tiene, a pesar de que hayan sido la base de su éxito en esta generación. La empresa nipona tiene que contraatacar, que es la mejor defensa. Estos son algunos de los estudios que podría plantearse adquirir para tratar de devolverle el golpe a Microsoft.
Rockstar
Suena casi utópico, pero el mayor golpe de efecto que se nos ocurre sería que Sony adquiriese Rockstar y así tendría la exclusiva de sagas como GTA o Red Dead Redemption, licencias vendeconsolas como pocas, especialmente la primera; todo el mundo espera con ansia GTA 6 aunque el éxito de GTA Online está cambiando los planes. Rockstar pertenece al conglomerado de Take Two. El valor del estudio es de alrededor de 3.500 millones de dólares, pero el de su empresa matriz supera los 15.000, lo que hace que esta operación sea bastante complicada.
From Software
El estudio liderado por Hidetaka Miyazaki ya tiene a su alrededor casi una religión. La saga Dark Souls ha marcado una época, iniciada por un género que dio sus primeros pasos con Demon's Souls en PS3 y que ahora va a tener un remake exclusivo para PS5. Su relación ha sido cordial con Sony por sus raíces asiáticas, y otros juegos como Bloodborne también han sido exclusivos de PlayStation. Tomar el control de la firma sería ir un paso más allá que decantaría la balanza de los amantes de este género. Por el momento, Elden Ring será multiplataforma.
Kojima Productions
Aunque la relación entre Kojima y Sony es muy estrecha, el estudio creado por el genio nipón sigue siendo independiente. Si de alguna forma ambas partes llegaran a una sinergia y consiguieran licencias de sagas de renombre, como la propia Metal Gear o incluso Silent Hill -necesitarían el beneplácito de Konami en una jugada a tres bandas muy improbable- las tornas podrían inclinarse de otra forma.
Capcom
Al igual que Bethesda, hablar de Capcom es hacerlo de una gigante de la industria de los videojuegos. El montante de la operación podría tener un valor similar al de los 7.500 millones de dólares que le ha costado a Xbox adquirir Bethesda y Sony se haría con marcas tan jugosas como Resident Evil, Street Fighter, Devil May Cry o MegaMan.
Otras
Hay otros estudios con los que Sony podría contrarrestar de alguna forma el golpe de efecto de Microsoft, pero sin duda con menos tirón. Hacerse con Remedy Entertainment, que durante tantos años ha trabajado en exclusiva con Microsoft. O con Platinum Games, llevándose a un estudio poderoso en el campo de los hack and slash, serían otros movimientos atractivos.
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