Treyarch está cargándose sin parar todos los cimientos sobre los que Modern Warfare se erigió. Call of Duty: Black Ops Cold War pondrá punto y final (o punto y aparte) a las famosas balas blindadas y al aumento de daño por determinados tipos de municiones que se aplicaban a diversas armas. La compañía responsable del título ha explicado que, para ellos, era un sistema insostenible y que arma debe hacer un daño equivalente a la categoría que corresponde.
Así pues, tendríamos que los fusiles de asalto son perfectos para distancias medias y largas, mientras que los subfusiles serán bestias a cortas distancias y las ametralladoras ligeras podrán causar verdaderos estragos en mapas amplios. Los francotiradores, por supuesto, los reyes del largo alcance. Aunque todos sabemos que en Call of Duty es más que típico que estos deambulen por el mapa matando a diestro y siniestro de un solo balazo.
Esto cambiará bastante las reglas, porque hasta ahora, y por ejemplo sobre todo en Warzone, las balas blindadas o la fuerza vulnerante eran dos elementos que podían cambiar el peso de la balanza muy rápidamente en todo tipo de enfrentamientos. Provocando que a veces se diera la ridícula situación que muchos subfusiles pudieran causar mayor daño que fusiles de asalto a distancias medias y largas.
Call of Duty: Black Ops Cold War se centrará, pues, en ser lo más equilibrado posible y también tan competitivo como pueda. El título saldrá el 13 de noviembre para PS4, PS5, Xbox Series S, Xbox Series X, Xbox One y PC.