Los usuarios fieles a Xbox están hoy de enhorabuena. Por un lado ha llegado la confirmación oficial y definitiva de los precios y fechas en que estará disponible su nueva generación de consolas. Hablamos en plural porque se tratará de dos máquinas diferentes, a dos precios distintos. Xbox Series X costará 499€ y ofrecerá todo el poder de la nueva generación, por un precio algo más elevado. Xbox Series S costará 299€ y será solo digital, pero ofrecerá buena parte de las características de Series X, con un coste mucho más reducido.
Por supuesto las dudas sobre el rendimiento de esta consola más barata están a la orden del día, ya que parece evidente que Series S no alcanzará los 12 teraflops de poder de procesado de su hermana mayor... Y posiblemente tampoco los 10.28 que PS5 tendrá.
Sin embargo, no todo está perdido, ya que Microsoft ha confirmado que, por ejemplo, el procesador de Xbox Series S será el mismo que tiene Xbox Series X, y que es superior al que monta PlayStation 5, tal y como desvela Tom Warren de The Verge:
De esta forma, habrá que ver cómo se comporta la máquina más barata de la nueva generación de Microsoft, que para ahorrar costes monta un disco duro más pequeño, carece de lector de discos físicos y tiene una menor potencia gráfica, que se traducirá en que los juegos en Series X se mostrarán a mayor resolución y framerate, mientras que en Series S funcionaremos hasta a 1440p en los juegos, sin perder otras características importantes de la hermana mayor.
Por supuesto, aún quedan muchas incógnitas que despejar, y estamos deseando ver juegos desarrollados para la nueva generación de consolas de Microsoft de forma específica, para poder empezar a comparar realidades y no números y términos técnicos. Sin embargo, lo que sí que está claro es que por fin ha dado el pistoletazo de salida un nuevo episodio de la guerra de consolas, y eso nos encanta.