La LPL siempre ha sido considerada poco menos que una fiesta para los amantes de League of Legends. Los equipos chinos han destacado a lo largo de la historia por no tener miedo a nada y tratar de imponer un ritmo de locura a las partidas. Sin embargo, esto no sucede solo durante la extensa liga regular. Las citas importantes también son susceptibles a este tipo de locuras.
La final de los playoffs en China, que enfrentaba a JD Gaming y TOP Esports, comenzó por todo lo alto con siete bajas repartidas para ambos equipos en apenas dos minutos y medio. Todo por una invasión a la jungla propuesta por JD Gaming a la que los de Knight respondieron pese a que parecía que ya estaba todo perdido.
Aun así, la respuesta de TOP Esports estuvo a la altura de la situación y plantearon una pelea cuatro contra cuatro, No les salió del todo bien y LokeN fue el gran beneficiado, llevándose hasta tres asesinatos con Ashe y poniendo el primer mapa de la final muy cuesta arriba para sus rivales.
Sin embargo, esto es china y la locura tenía que continuar. Pese a una muy buena actuación de Kanavi durante el juego temprano, fueron los chicos de TOP Esports los que consiguieron llevarse el gato al agua.
Se suele decir aquello de que la diferencia entre una genialidad y una locura es el resultado. Sin embargo, hay una lectura a otro nivel que nos da una clave: en la LPL hay más ansia por ganar que miedo por perder. Acompañando esta situación del talento individual y de un contexto favorable del metajuego tenemos algunos de los factores clave