Aunque la diversidad de objetos en League of Legends es la gran asignatura pendiente que Riot está tratando de corregir, hay veces que el juego nos sorprende con construcciones poco convencionales. La última la hemos visto en Gangplank, un campeón tradicionalmente construido con daño de ataque y crítico, pero que puede sacar grandes ventajas si se hace con algo de poder de habilidad.
Puede que si no estáis al día en cuanto a competitivo o no sois grandes fans de los streamers de alto ELO la anterior frase os sorprenda. Sin embargo, el pirata ha demostrado ser tremendamente efectivo cuando se trata de destrozar las peleas de grupo y cuenta con un Tormento de Liandry en su inventario. El objeto parece estar hecho a medida para su definitiva.
La cuestión es que la definitiva de Gangplank (Descarga de cañones) aplica daño mágico y escala bien gracias al poder de habilidad. La clave es, además, que causa una ralentización que aplica el daño extra del Liandry (2,5% de la vida máxima del objetivo por golpe). A esto le sumamos que aumenta un 10% el daño mágico si golpeamos consecutivamente y tenemos un combo que aporta mucho daño frente a los campeones que no pueden abandonar inmediatamente la definitiva.
Para maximizar la eficacia, tratamos de conseguir la mejora Fuego a Discreción para disparar más oleadas y aprovecharnos todavía más. Eso sí, siempre en segundo lugar. De hecho, todo en esta construcción de Gangplank sigue su orden natural hasta el tercer o cuarto objeto, donde podemos construir este Liandry.
Hay partidas en las que no le podemos sacar demasiado partido. En general podemos pensar en él como un objeto habitual, aunque funcionara mejor ante campeones con poca movilidad o que sean lo suficientemente tanques como para aprovecharse. Si clavamos la definitiva en el centro para aprovechar la bola de cañón de la primera mejora el campeón que reciba todo el daño queda completamente sentenciado.