Origen se rompió por completo. El equipo liderado por Alphari ha firmado uno de los peores finales de temporada que se recuerdan en la historia de LEC, acumulando hasta siete derrotas consecutivas para poner el broche a un curso competitivo que nunca terminó de pintar bien para el club propiedad de Astralis Group.
La temporada comenzaba con el equipo renunciando a su propia academia de SLO y estableciéndose en el Circuito Tormenta, la segunda categoría del League of Legends español. Sin planificación deportiva a la altura ni recambios de garantías, nada acabó de marchar de la forma apropiada desde entonces. Una situación que terminó de romperse cuando la plantilla perdió la fe en sí misma.
Es difícil aglutinar las culpas en un solo jugador. El problema ha tenido más de grupal que de individual. Aun así, la actuación de Nukeduck ha sido mediocre a lo largo de la temporada y reforzarse con Jactroll era un movimiento incomprensible. Poco que decir del support, que ya llegó a un equipo completamente roto.
El futuro del club es incierto. El Astralis Group está en un momento delicado con problemas en su plantilla de Counter-Strike y recortes presupuestarios por doquier. Aunque parece que todo invita a mantener y Alphari y construir el equipo en torno a él, habrá que ver que depara a la organización el próximo mercado de fichajes.