Uno de los momentos más esperados del año para muchos es el lanzamiento de un nuevo FIFA. Este año la COVID-19 ha provocado que su lanzamiento se vaya a retrasar unas semanas, pero nosotros ya hemos podido echar unos cuántos partidos a FIFA 21 para comprobar que tiene más novedades que la portada con Mbappe y su foto instagrammer bajando a comprar el pan.
Se presenta un año complicado para los títulos con lanzamientos anuales, como son los deportivos. Los estudios no han podido trabajar igual desde casa debido a la pandemia. Por eso, sagas como PES han decidido sacar esta temporada una simple actualización de plantillas. Y también porque en Konami han visto que necesitaban un giro radical y se están centrando desde ya de lleno en PES 2022.
¿Una temporada de transición?
Por eso, la batalla este año por el trono futbolístico virtual va a ser un tanto descafeinada. No habrá duelo por la 'ausencia de PES' y, tras unos partidos a FIFA nos ha quedado la sensación de que EA Sports va ganando el partido 3-0 y no ve necesario pisar demasiado el acelerador. También está a la vuelta de la esquina la nueva generación, de cuyas versiones no sabemos nada por el momento, salvo que se podrá hacer uso del Doble Derecho para actualizar el juego en los sistemas venideros sin tener que pasar por caja.
En este artículo vamos a centrarnos únicamente en comentar los cambios y novedades en el gameplay de FIFA 21; el resto podremos comentarlo más adelante.
Tras varias temporadas jugando betas de FIFA antes del lanzamiento es complicado emitir un veredicto concreto; aunque otros años la prensa suele tener acceso a ellas alrededor de mayo o junio. Esta vez ha sido un poco más tarde y, aunque puede cambiar bastante con respecto a la versión final como ha ocurrido otros años, lo cierto es que nos ha dejado un poco fríos lo continuísta que resulta FIFA 21.
Añadiendo dinamismo con pequeños retoques
Toca indagar a fondo en las nuevas características y sacar uso de ellas en los partidos para comenzar a comprobar qué ofrece de diferente esta entrega.
Una de las que más puede influir a la hora de los desarrollos de los partidos está heredado de una función incluida en FIFA 2004 que ahora se rescata con matices. Lo han llamado Carreras Creativas y permite nuevas opciones de ataque, siendo el jugador el que elija el devenir de la jugada.
Basicamente, esto significa que moviendo el stick analógico derecho en la dirección que queramos tras dar un pase, el jugador que lo ha dado correrá hacia el punto indicado, lo que nos ofrecerá nuevas opciones a la hora de atacar o de mover el balón entre líneas; e incluso para salir airosos de presiones agresivas.
Aunque hemos notado que esta acción puede suponer un problema si le entregamos el balón a algún jugador cercano, ya que el receptor del pase responderá haciendo un regate o 'picando' el balón, pudiendo dar al traste a nuestras intenciones o dejando atrás a un defensor sin querer.
Entre las nuevas opciones, también podemos pedir que los atacantes lancen un desmarque hacia la dirección que queramos pasar el esférico. Había formas de hacer esto en FIFA 20, pero se ha pulido de una forma más clara y precisa, abriendo claramente el abanico de opciones a la hora de tratar de encontrar huecos en las defensas rivales.
Mejoras de IA que facilitan las jugadas y el 'tiki-taka'
Otra mejora agradecida es la denominada Personalidad de Posición, con la que nuestros compañeros controlados por la IA actúan de una forma mucho más coherente. Esto se ve claramente, de nuevo, en el ataque. Ahora, los delanteros no correrán como pollos sin cabeza hacia la portería en un contraataque, sino que sabrán regular sus carreras para intentar mantenerse en línea y no caer en fuera de juego, en una acción que dota de realismo al juego. Y, si se adelantan, regularán su lugar con pasos hacia atrás -en una animación bastante mejorable- para volver a estar en condiciones óptimas de recibir el cuero.
Las defensas también se aprovechan de estas mejoras de posicionamiento. Los repliegues son más defensivos y, si alguien deja atrás a un defensor, el repliegue es más veraz, con el pivote o el central saliendo al cruce mientras el resto del equipo se reestructura. Son detalles casi inapreciables pero que están ahí para ofrecer una sensación más fidedigna.
También se han incluido novedades a la hora de hacer filigranas con el sistema de Regate Ágil. Los jugadores, especialmente los más hábiles, tendrán ahora más rapidez a la hora de controlar el balón y harán más caso a nuestras acciones gracias a una respuesta más rápida. Incluso los jugadores de equipos más humildes son ahora bastante más capaces y menos torpes; antes perdían la pelota con la mirada y ahora son capaces de mover la pelota con rapidez y de protegerla con más garantías.
Las filigranas siguen siendo diferenciales
De nuevo, contamos con un amplio abanico de regates, así como otros nuevos, como el autopase elevado y el arrastre de balón con amago de giro. Aunque nos da la sensación de que se han eliminado algunos movimientos pulsando R1, algo que en parte es de agradecer para que la gente abuse menos de esos movimientos.
Esta fluidez también la vemos en las acciones de los futbolistas, en movimientos que hasta ahora no se realizaban con precisión. Por ejemplo, si tratamos de hacernos con un balón que bota alto, tendremos la posibilidad de orientar el cuero con un cabezazo manual, pulsando el joystick derecho de la misma forma de la que se adelanta en carrera. Una acción que aporta una mayor versatilidad al juego, aportando un mayor control de la situación sea cual sea la circunstancia.
A nivel de mecánicas, estas son las sensaciones que os podemos contar tras haber dedicado unas cuántas horas a FIFA 21. Aunque asoma la sensación de excesiva continuidad, los pequeños retoques realizados por EA Sports ayudan a una mejor sensación en líneas generales. Sin olvidar que es una fase beta y que todavía pueden cambiar las cosas cuando el juego llegue a las tiendas el próximo 9 de octubre (6 de octubre en Acceso Anticipado).