Está claro que las jugadas de League of Legends o Warzone son de lo más vistosas, puesto que el factor de habilidad tiene un peso muy importante y son títulos (por nombrar algunos) en los que los enfrentamientos quedan la mar de espectaculares. Más todavía en el juego de Riot Games si tenemos en cuenta las habilidades de los personajes, pero puede que las de Warzone posean ese componente de velocidad y puntería de los shooters que es capaz de dejar sin habla al patio de butacas.
Ahora bien, puede que jamás tu hubieras planteado la posibilidad de caerte de la silla con una jugada de Mario Kart 8, y Bassem "Bear" Dahdouh ha llegado para demostrar que el juego de carreras de Mario puede ser un espectáculo como ningún otro. Bear es conocido sobre todo por organizar torneos de Smash, pero en su tiempo libre también disfruta compitiendo en carreras de Mario Kart 8.
El pasado sábado, durante el evento Esports Arena en Las Vegas, ganó una carrera de la forma más épica posible. Os dejamos con ella antes de continuar:
Como veis, el jugador es golpeado por un caparazón azul, que tiene como objetivo siempre ir en busca del primer corredor y aturdirlo con una explosión. Eso, sin duda, ha sido en más de una ocasión el motivo por el que muchos jugadores han perdido decenas de carreras (y también algún que otro mando, por aquello de los nervios). Pero Bear es capaz de mantener la mente fría y, en tan solo unos segundos, pensar una jugada magistral para llevarse la victoria.
Su táctica consiste en lanzar una bomba justo en el momento adecuado para que no le afecte a él, pero sí a los jugadores que están a su alrededor y así poder ganar la partida, a pesar de ese caparazón azul. Desde luego, parece una tontería, pero ganar así, en tan pocos segundos, después de todo el caos y la tensión que se está viviendo, es para quitarse el sombrero.
El alcance de las balas en el juego de acción de Activision e Infinity Ward es, como en la vida real, limitado. Sin embargo, gracias a nuestra habilidad y la potencia de las armas, podemos conseguir tiros espectaculares a distancias casi imposibles. Este es el límite de dichos tiros.
