Microsoft está en una encrucijada con la convivencia de los sistemas Xbox One y Series X. La compañía parece obligada a dejar atrás el pasado de una generación en la que nada terminó de funcionar bien desde la misma presentación de la consola para encarar el futuro, y parece que los problemas de producción podrían ayudarla a dar el paso definitivo.
Según informaron diversos medios, siendo el primero que consta la edición australiana de Press-Start, la producción de Xbox One y Xbox One X se habría detenido en estas fechas previas al lanzamiento de Series X. Un movimiento que para muchos consumidores llegaría demasiado pronto pese al batacazo que se llevó Microsoft con su sistema de actual generación.
Aun así, la información ha sido matizada Daniel Ahmad. Según este profesional del sector, que tiene credibilidad contrastada, no se trata de un cese en la fabricación de los sistemas de pasada generación. Más bien, estaríamos hablando de una serie de problemas de stock que hacen que la consola esté prácticamente agotada en una buena cantidad de establecimientos en todo el mundo.
Sin embargo, el propio Ahmad ha declarado que “no le sorprendería que la producción cesara tras el lanzamiento de las nuevas consolas de Xbox”. La conclusión, aunque algo dolorosa, también parece lógica. Xbox One se encuentra al final de su ciclo vital, y aún a pesar de que Phil Spencer ha afirmado que no quieren forzar el paso de usuarios a Series X, la lógica dicta que el stock de consolas de la anterior generación irá en constante decrecimiento hasta acabar desapareciendo a medio plazo
La empresa ha adquirido una buena cantidad de estudios y promete reforzar su catálogo. Algo que solo puede beneficiar a los consumidores independientemente de si eligen Xbox Series X o PS5.