Ya han pasado 3 años desde que Ubisoft decidió 'reiniciar' la franquicia Assassin's Creed con Origins, lanzado en octubre de 2017. En aquella ocasión viajamos al antiguo Egipto en la piel de Bayek y Aya, los dos personajes que dieron el pistoletazo de salida a la Hermandad de los Asesinos. Este año llega a PS4, One y PC una nueva entrega de la serie, que nos transportará al siglo IX, durante la invasión de Inglaterra por parte de los vikingos. Esta vez seremos Eivos el (o la) personaje principal, y trataremos de encontrar nuevas tierras para nuestra gente, colonizando la costa inglesa. Las versiones de PS5, Xbox Series X y Stadia llegarían poco después, aunque aún no hay una fecha determinada.
Siguiendo los pasos de la leyenda, Ragnar Lothbrok
Assassin's Creed Valhalla nos meterá en las botas de Eivor, un guerrero vikingo de Noruega que desea hacer prosperar a su pueblo en las tierras de Inglaterra. En la demostración a la que hemos tenido acceso empezamos ya mediado el juego, apareciendo en la región de Anglia Oriental, al este de Inglaterra, teniendo que conseguir alianzas con los distintos reinos ingleses separados y desgarrados por sus propias ansias de poder.
Esta desunión política en Inglaterra es totalmente favorable para los vikingos, que durante años han intentado unirse a la gran corona. En particular, a través del míto que rodea de Ragnar Lothbrok, leyenda del pueblo vikingo, que habría iniciado la colonización de otras tierras, como Francia o Inglaterra, en pos de conseguir un futuro mejor y más estable para su pueblo, al venir de tierras escandinavas que tienen un clima invernal más duro que hace que la agricultura sea muy difícil o incluso imposible.
Poco más te vamos a comentar sobre la historia de Assassin's Creed Valhalla, ya que nuestra prueba fue un tanto somera, y además queremos que las sorpresas del guión que ha preparado Ubisoft Montreal os pillen de sorpresa. Para conocer estos detalles tendréis que esperar al lanzamiento del juego, programado para el próximo 17 de noviembre.
El sueño de vivir como un vikingo
Una de las claves de todo Assassin's Creed es la fuerza que el equipo desarrollador consigue transmitir a la atmósfer independientemente de la época a la que nos hagan viajar. Valiéndose tanto del sonido, como del diseño de niveles, de los paisajes, las ciudades o monumentos históricos que podemos explorar. Hablamos de una inmersión total en un mundo ya perdido que está disponible para nosotros y, por supuesto, Valhalla no es distinto, y lo deja claro desde el primer momento. Nada más aterrizar en la Inglaterra del siglo IX sentimo la atmósfera cargada y pesada provocada por los estragos de la guerra. De hecho, hay matices que nos recordarán a la fantasía oscura polaca de The Witcher 3 y, en particular, a la región de Velen, con sus coloridos y oscuros paisajes otoñales.
¿Qué sería de la vida vikinga sin duelos de bebidas y de insultos? Pues algo imposible, y por eso tendremos la oportunidad de desafiar a otros vikingos a vaciar más rápido nuestros cuernos de hidromiel, siguiendo el ritmo de los botones y encontrando la mejor distribución de palabras para demostrar que eres el vikingo más listo. Hay que tener también en cuenta que durante la exploración podremos llamar al barco con un cuerpo a través de un botón, y lo mismo con nuestra montura, cuando el barco no esté disponible.
Y ya que hablamos de exploración, pasamos a comentar nuestro tiempo con el juego, en el que pudimos realizar distintas tareas, pero con un objetivo en mente durante buena parte del tiempo: el asalto a un fuerte enemigo en el que está un joven inglés que podría convertirse en rey. Estos asaltos son una de las novedades de Assassin's Creed Valhalla, ya que permiten realizar ataques masivos a fuertes, bastiones o posiciones enemias junto a fuerzas aliadas, es decir, junto a compañeros vikingos.
Un asalto está dividido en varias partes. En primer lugar nos acercamos con nuestro drakkar, protegiéndonos de flechas ardientes disparadas por el enemigo, mientras levantamos nuestro escudo. Una vez hemos atracado toca desembarcar con las tropas que nos acompañan ante una fuerza defensiva bien colocala. Suena más complicado de lo que finalmente resulta, ya que se trata de una sucesión de combates con distintas puertas que destruir con el uso de un ariete. Cuando la guarnición enemiga está aniquilada, solo quedará el jefe final del puesto para terminar de tomar el lugar fortificado.
Otro tipo de misiones son las Incursiones. Son parecidas a los asaltos, pero con algo menos de espectacularidad. No se dividen en etapas, con una fase en barco y otra en tierra, puertas que superar y un jefe final. Aquí estamos todo el rato a pie luchando con los enemigos en la zona, tratando de alcanzar los cofres, con un personaje de élite guardando la llave que nos permitirá acceder a estos botines.
Todas estas misiones son divertidas, pero muy centradas en el enfrentamiento frontal. De hecho, durante nuestra prueba no pudimos usar demasiado nuestro juguete favorito de la serie, la hoja oculta. Lo cierto es que si pensamos como vikingos, es difícil imaginar situaciones de sigilo en mitad de ataques y asalto, aunque seguramente haya momentos más calmados que nos inviten a usar este aparato tan característico de la serie.
¡Armados hasta los dientes!
En lo referente a las armas y la personalización de Eivor, lo cierto es que tendremos mucha libertad para adaptar nuestro personaje a nuestros gustos, tanto en lo referente a habilidad, como en cuanto a equipamiento. Es posible equipar todo tipo de armas, ya sean espadas, hachas de mano, mayales, martillos, lanzas... Todas tienen distintas características y rarezas, al estilo de lo que hemos visto en las últimas entregas de la serie. El árbol de habilidades de Assasin's Creed Valhalla se divide en tres ramas principales. Una está orientada a la fuerza pura del mano a mano (representada con un oso), la agilidad a distancia (representada por un cuervo), y el término medio (representado por un lobo). Ofrece una buena cantidad de alternativas y opciones al jugador, que podrá usar los puntos de habilidad para aumentar las estadísticas y habilidades de Eivor. Las habilidades se pueden mejorar de esta manera, pero también se pueden encontrar en el mapa de Assasin's Creed Valhalla, escondidas en cofres o como recompensas al enfrentarnos a jefes.
El crafteo y la caza también están presentes y nos permitirán mejorar el atuendo y accesorios de Eivor al conseguir pieles de animales, metales, piedras y otras baratijas que podremos vender por monedas de plata. Se ha mantenido la posibilidad de recolectar cientos de objetos, y esto ES BIEN cuando eres un vikingo y quieres saquear todo lo que encuentres en tu camino. No hay demasiados cambios en este sentido respecto a lo visto en Odyssey, aunque esperamos que se ajuste el ratio de aparición de armaduras y armas, para evitar tener que cambiar de vestimenta y equipamiento cada pocos minutos.
Novedades para una serie con solera
Valhalla toma como base lo visto en anteriores juegos de la serie, haciendo que los veteranos de Assassin's Creed se sientan a gusto desde el primer momento. Sin embargo, sí que se han sumado unas cuentas características nuevas, como la posibilidades de tumbar o aturdir a un rival y acabar con el con un espectacular ejecución. La adición de nuevos tipos de armas y la variación entre estas permitirá a los jugadores probar distintos estilos de combate, como equiparse con dos escudos para garantizar máxima protección. Además, también hay que sumar a todo esto las peleas a caballo y en barco, aunque no pudimos verlas en nuestra toma de contacto.
Sí que es cierto que aún tenemos ciertas dudas sobre cómo se gestionarán las peleas más multitudinarias, con una IA que a veces deja que desear, y una cámara que puede mejorar también. Por suerte, aún hay tiempo de mejora antes del lanzamiento de Valhalla.
Otra característica que vuelve son los diálogos y la posibilidad de elegir qué diremos al hablar con otros personajes. Apareció en Odyssey, pero se apuntó que estas elecciones tuvieron poco peso en el transcurso de la historia. Con Valhalla, parece que los desarrolladores han querido cambiar esto y ofrecer alternativas más interesantes, con resultados reales dentro de las distintas misiones. En nuestra partida vimos un ejemplo que no detallaremos para no haceros un spoiler, pero en el que la decisión de nuestro sí o no tuvo consecuencias para Eivor. Por supuesto, habrá que ver el juego completo para comprobar si no se queda en una mera anécdota.
Te da la vida
Un cambio muy interesante es que en Assassin's Creed Valhalla la barra de vida se gestiona de forma diferente. Ya no se recuperará sola tras combatir, sino que tendremos que curarnos de manera activa para recuperar vida. Podremos hacerlo directamente al recoger elementos como los champiñones, o acumulándolos en el menú para un consumo posterior. Es un cambio positivo, ya que hace que la sensación de peligro crezca y nos obliga a actuar con algo más de cautela.
Como apuntábamos antes, durante nuestra demo no encontramos ninguna situación de infiltración en la que desatar nuestras habilidades de Asesino. De hecho los asesinatos son casi anecdóticos y en ocasiones están al servicio del jugador, por ejemplo en los saqueos. El otro aspecto que quedaría comentar sería la verticalidad, seña de identidad de todo Assassin's Creed. Parece que hay menos saltos, y el parkour se ha adaptado al estilo vikingo. Aunque repetimos, que esto podría ser solo cuestión de la sección mostrada por Ubisoft, ya que en el juego final podría haber más secciones verticales, y de asesinato e infiltración.
Un largo viaje y mucha exploración
A pesar de nuestra toma de contacto, aún hay muchos enigmas en el horizonte de Assasin's Creed Valhalla. Por ejemplo se nos ocurre uno claro: la gestión de nuestra colonia. En esta entrega podremos crear y evolucionar una colonia vikinga en suelo inglés, reclutando distintos personajes para ella. También notamos que durante nuestro tiempo con el juego fuimos recolectando "riquezas" que podrían usarse para mejorar la colonia, aunque no lo vimos en nuestra presentación. Será un elemento que marcará diferencias con las anteriores entregas y lo seguiremos de cerca.
Finalmente, hay que resaltar que el juego está repleto de secretos, jefes que matar, animales legendarios, puzles que resolver y tierras que explorar. Nuestro miedo es que siga los pasos de Odyssey, que ofreció un mapa demasiado grande y repleto de objetivos que no importaban. Tener mucho que hacer es bueno, pero no hay que pasarse o se corre el peligro de alargar demasiado un juego, a costa de los niveles de diversión.