Ibai lleva varios meses como creador de contenido en G2 Esports y, además de jugar a varios videojuegos, es capaz de jugar en directo a Geogessr durante horas buscando un pueblo perdido de Orihuela o realizar tier list de comida con sus compañeros de casa. Un modo de vida muy esclavo, porque el mundo de Internet no perdona los adiós duraderos pero que se basa en algo tan simple como en que Ibai sea él mismo delante de una cámara.
Hoy, Ibai está en el centro de la polémica a causa de una entrevista realizada por los compañeros de Papel. En esa pieza habla de todo un poco de todo, pero expone su visión de este modo de vida basado en crear contenido de forma compulsiva para un público que responde sin dudar. Varias personas han acudido a las redes escandalizados por "el nivel de explotación laboral" expuesto en frases de la entrevista como "llevó 6 años sin parar", las cuales están matizadas con ejemplos de desconexión en el pueblo con sus padres.
El propio Ibai, quizás la persona con más interacciones en Twitter de España, citó uno de estos mensajes y comenzó la fiesta. Fiesta porque lo que empezó de forma bienintencionada y preocupada por sus condiciones laborales, aunque a todas luces desinformada, se tornó en una guerra de trincheras que tiene a unos haciendo memes que evitan tocar un interesante tema como son las condiciones de quienes trabajan de forma digital y dependen del público, y a otros negando cosas obvias como que desconocen los términos contractuales de Ibai en G2 Esports.
No nos detendremos en las acusaciones a G2 Esports, porque el propio Ibai ha borrado su citación a causa de la responsabilidad que tiene por los millones de seguidores que le defenderían a capa y a espada, incluso a pesar de de las formas poco adecuadas de estas críticas. Lo que sí habría que decir es que, tal y como comentó en redes sociales el jugador de DUX Gaming Jaime "Gravesen" Álvarez, parece que "Internet estaba buscando el mínimo "desliz" de Ibai para crujirle".
Ibai ha pedido disculpas, aunque se ha lamentado de algo que le sucede a causa de su poder en redes sociales: "Es complicado leer siempre miles de opiniones equivocadas sobre ti/tu trabajo (algunas con cientos de retuits) y no poder responder nunca.". En la propia entrevista a Papel, el miembro de G2 Esports relata como, en esencia, las críticas van con su sueldo y hay que estar dispuesto a tener que asumir que no es posible gustar a todo el mundo. Aún así, creo que tú y yo, lector y redactor, podemos estar de acuerdo en que Ibai es uno de los personajes de Internet España con menos sombras y sin polémicas a su alrededor.
Cada cierto tiempo suele emplear el final de su streaming en promocionar a pequeños creadores de contenido, de forma anual realiza uno de los mayores eventos benéficos de España e incluso cualquiera que esté un poco metido en la escena nacional de League of Legends sabe que gracias a él se han podido hacer cosas como que sus compañeros comentaristas fueran a Corea del Sur a comentar las finales de los Worlds 2018. Además de esto, tiene un don para hacer equilibrismo y no meterse en grandes charcos en un sector donde esto es el deporte preferido. Pues aún así le han caído acusaciones bastante serias que tienen y que no tienen que ver con este episodio.
El contrato de Ibai con G2 y Ocelote
Los datos del contrato de Ibai y G2 Esports los sabrán el propio ex comentarista bilbaíno, Carlos "Ocelote" Rodríguez y posiblemente un notario, pero es innegable que el propio ibai ha sido bastante transparente. En no pocas ocasiones, como en esa misma entrevista que alumbró la polémica, ha comentado que uno de los factores clave de su fichaje por G2 Esports fue la libertad creativa que tiene en el proyecto. Esa libertad que le permite hacer cosas como Ibaivisión, de hecho.
Ocelote no le puso como condición para fichar por G2 Esports irse a una casa de las afueras de Barcelona con tres amigos, si no que fue un dulce más para conseguir su rúbrica. Multitud de personas del sector sabemos que Ibai tenía ofertas más provechosas que la de G2 Esports, pero la posibilidad de organizar su tiempo y su convivencia fue un factor decisivo.
Es más, si queremos plantear el debate sobre las horas que necesita echar para lograr sus objetivos, que es lícito y de hecho muy interesante, el último que está explotado es una persona que tiene total libertad para hacer lo que le apetezca y que posiblemente con el uso de su imagen ya podría dar por pagado su contrato con G2 Esports. La desconexión necesaria de quienes trabajamos de cara al público en Internet es un tema interesante, pero que debería tener en el ojo de las críticas a las plataformas de retransmisión, el mecenazgo y servidumbre a los espectadores, el Fear of Missing Out o el miedo a quedarse fuera de la conversación y el estrés de los creadores cuando no están siendo productivos.
El debate es maravilloso, pero la actuación es construir la casa por el tejado. España es un país con una economía sumergida que da de comer a muchos, horas extra en no pocos puestos de trabajo que no se pagan y falsos autónomos que llevan comida a multitud de hogares. No es que Ibai no esté sometido a poca presión o que no pueda sentir incluso ansiedad, pero este proyecto en el que está metido está hecho a medida y, en cierto modo, diseñado por él mismo. Incluso todos sabemos que Ocelote pertenece a una clase social privilegiada, pero entendemos las reglas del juego, aunque no nos gusten como trabajadores y cada cual hace lo posible por mejorar su situación y la de sus seres queridos.
¿Sabéis lo que pasa? Que incluso quienes más daño quieren hacer a Ibai hoy tendrán que ver como tiene a decenas de miles de personas en su directo a causa de una polémica que ni él había buscado. Pero mientras pasa esto, Twitch lleva unos meses pagando mucho menos de lo habitual a creadores de contenido por la publicidad, sí, también a los que apenas viven de ello.