En los últimos días han sido muchas las mujeres de los esports y la industria del videojuego que se han alzado para señalar diferentes problemas relacionados con el acoso y el abuso sexual. Las diferentes declaraciones de todas y cada una de ellas han recibido atención en redes sociales y han destapado unos cuantos escándalos que necesitaban salir a la luz.
Esta en concreto viene de la mano de una extrabajadora de Blizzard y Riot Games. Aunque su vinculación con la empresa ya está extinta y han pasado seis años de los hechos que relata, no se había sentido con la entereza necesaria como para hacerlos públicos. De hecho, prefiere guardar en el anonimato el nombre o nick de su agresor por, según sus propias palabras: “no sentirse suficientemente valiente como para hacerlo ya”.
En cualquier caso, sabemos que se trataba de uno de los empleados más importantes de Riot y que trabajó como narrador de la LCS EU durante el año 2014. Lo importante, en este caso, son los hechos. Este trabajador de Riot habría propuesto un encuentro sexual con dos compañeras del que ambas decidieron rehusar. Sin embargo, él decidió que "no" significaba "sí" e incluso llegó a tocar a la mujer por debajo del vestido.
Dando a una de ellas por perdida y, según narra la afectada, abusando de su situación de poder (ella acababa de empezar a trabajar en Riot), este narrador siguió insistiendo. Presionada por volver al hotel junto al caster, con el que no compartía habitación, accedió. Según detalla, todo se debió a la presión y trató de buscar una forma de evitarlo todo, algo que solo pudo conseguir fingiendo ganas de vomitar y autoprovocando su propio vómito para que el empleado sintiera asco y la dejara marchar, algo a lo que accedió.
Aunque en ese momento sintió que había ganado, la situación bien ameritaba una sanción por parte de la compañía. Sin embargo, decidió no informar de lo sucedido por miedo a las repercusiones que podría haber enfrentado. Además, su acosador siguió intentando contactar con ella por redes sociales durante meses hasta que, cuando ella tuvo pareja, dejó de hacerlo.
En esta ocasión no habrá castigo para el acosador. Aun así, algo marchaba muy mal en Riot en aquellos años, pues la empresa todavía debe enfrentar sanciones por el comportamiento de sus empleados. Afortunadamente parece que el camino actual es bien distinto.