KiLLa es uno de los jugadores más destacados de la historia del Call of Duty, aunque su carrera ha sido como una montaña rusa. Consiguió ser campeón del mundo en 2013 con Fariko Impact, un logro que no pudo repetir pero que siempre ha amenazado con volver a conseguir.
Sin embargo, parece que el jugador ha llegado a su límite. La Call of Duty League (CDL) ha conseguido hacer que el jugador eleve el tono. Siempre ha sido uno de los profesionales más polémicos, pero está vez ha ido un paso más allá y sugiere a los jugadores que aspiran a ser profesionales a que abandonen la saga Call of Duty y el título Modern Warfare para pasarse a Halo Infinite cuando llegue al mercado.
La gestión de la CDL ha sido complicada a lo largo del año. El inicio no auguraba grandes logros, pero el coronavirus no ha permitido demostrar si las predicciones erraban o habían dado en el clavo. En cualquier caso, KiLLa alerta de que los jugadores corren el riesgo de ser parte de un experimento fallido, mientras que confía en la vuelta de Microsoft a la competición con el nuevo Halo.
El lanzamiento de nuevos títulos siempre es complicado. Con VALORANT hemos experimentado esta situación muy de cerca y muchos son los profesionales que titubean y dudan sobre si cambiar o no de juego. En cualquier caso, el panorama es cuanto menos dudoso para los esports de cara al próximo año y habrá que ver si Activision es capaz o no de adaptarse.