Tyler "Ninja" Blevins es uno de los gamers más conocidos del planeta. Más allá de romper todos los récords de visualizaciones, suscriptores y seguidores hace un tiempo en Twitch con sus directos de 'Fortnite' y firmar uno de los contratos más lucrativos de la historia de los videojuegos con Mixer, se ha convertido en una de las personalidades del momento, más allá de los que suelen jugar a videojuegos. Y detrás de cada personaje, hay una historia.
'Fortnite' ha sido el juego que le ha catapultado al éxito. Los Battle Royale pasaron de moda a realidad y la creación de Epic Games logró dejar atrás en occidente a 'PUBG' con una facilidad pasmosa, gracias a un cóctel formado por la refinación de una idea, la accesibilidad extra y una personalidad propia desarrollada a través de la narrativa ambiental y progresiva. Pero Ninja está más que acostumbrado a que le vean jugar a videojuegos desde hace muchos años.
Fue hace once años, en 2009, cuando comenzó una larga carrera profesional para este chico de Illinois. La tercera entrega de 'Halo', la saga insignia de Microsoft, y la Major League Gaming de Orlando, fueron el punto de partida de un idilio con el Jefe Maestro de más de siete años de duración. Organizaciones como Cloud 9, Team Liquid o Renegades son algunasde los que dieron cobijo a un Ninja que si escarbáis un poco detrás de 'Fortnite', podéis constatar que tiene cientos de videos recopilatorios de sus grandes jugadas en Youtube.
"Todo comenzó con mi padre. Jugábamos hasta las 12 o incluso las 2 de la mañana. Los videojuegos evolucionaban y cuando salió la Xbox y Halo... Ese juego era adictivo, quería ser el mejor y no paraba de jugar. La culpa la tenía ese pequeño número al lado del mi nombre en el ranking del servidor", confesó el propio Ninja en un más que recomendable vídeo de Machinima en Youtube, allá por 2016, en el cual contaba su historia.
Con el paso del tiempo, se dio cuenta que esa competitividad natural que le llevaba a robarle horas al sueño nocturno con su padre le servía también para acudir a torneos y entrar en equipos profesionales; podía ganarse la vida.
Cuenta su hermano mayor que cuando Tyler apenas tenía diez años les insistió durante semanas a él y a un primo para jugar a una de las primeras entregas de 'Halo': "Le dijimos 'no lo vas a entender'. Finalmente le dejamos jugar con nosotros y nos destrozó".
El hermano mediano de la familia Blevins cuenta que el Tyler ensayaba disparos en salto y con todo tipo de escorzos imposibles durante horas: "No entendíamos porqué lo hacía, pero al final sabía aplicar eso a las partidas". Lo cierto es que la vida de Ninja ha sido muy tranquila, toda ella desarrollada en un típico barrio americano "como los de las películas" y su familia como un pilar increíble en su crecimiento personal y profesional. Lleva casado desde 2017 con su novia de toda la vida y relata que sus dos hermanos son sus mejores amigos.
"En un trabajo normal la gente echa sus ocho horas y ya está, tiene su dinero. Yo no juego mis horas y tengo mi nómina, tengo que tomármelo muy enserio para ser mejor que cientos de miles de personas y poder así ganarme la vida", afirmaba Ninja. Incluso en una familia tan gamer, fue necesario desafiarse a sí mismo para demostrarles en los inicios que ese pequeño dinero inicial podía ser una forma de sustentarse en el futuro.
Pero esa larga carrera en los videojuegos corrió un gran peligro en 2014. Ninja comenzó a sufrir constantes dolores de cabeza e incluso pérdida de visión. Un problema en la retina del ojo derecho le hizo perderse varios meses de competición y también gran parte de sus espectadores en sus directos: "Tenía cerca de 4.000 espectadores cuando tuvo que parar y tras volver de la cirugía, apenas llegaba a los 400", cuenta uno de sus hermanos.
"Fui a un especialista que me puso la clásica tabla con letras para leer. Era incapaz de ver ninguna. Fue un momento muy duro" cuenta Ninja. Su ahora mujer temía entonces por su futuro profesional y también por el cambio en el ritmo de vida de ambos que podría suponer el tener que retirarse y olvidar los videojuegos para siempre. Todas las horas dedicadas a este trabajo podrían irse al traste.
Por suerte, no le quedaron secuelas y su vista volvió a ser tan buena como antes. La importancia de la coordinación mano-ojo es vital en los deportes electrónicos y en los videojuegos competitivos en general, por lo que gran parte de la comunidad que le adoraba tras tantos años compitiendo, necesitó verle demostrar sus habilidades de nuevo para dejar de temer por su retirada.
Ya en agosto de 2016 Ninja se mostraba encantado por tener varias decenas de miles de seguidores; pecata minuta comparado con los números actuales.. "Es increíble tener a tanta gente que busca compartir contigo su tiempo", comentaba un Ninja que ya un año antes había plantado una semilla. En 2015 se hizo con el H1Z1 Invitational, curiosamente por encima de otro histórico de los streamings, Tim "Trick2g" Foley, y narrado por nada menos que una de las voces históricas de los esports como es Leigh "Deman" Smith.
Esos 19.932 dólares que se llevó gracias a la victoria podrían haber sido igual que otro premio de los tantos torneos en los cuales había competido hasta la fecha. Y también podría haber sido una dulce casualidad que ese H1Z1 Invitational tuviera lugar en la TwitchCon. Pero lo cierto es que la combinación de Battle Royale y Twitch comenzó a crecer en importancia en la vida profesional de Ninja.
Su canal de Twitch seguía creciendo a la vez que este demostraba que era uno de los mejores jugadores de Battle Royale del planeta. Casi dos años después de vencer en 'H1Z1', hizo lo propio con 'PlayerUnknown's Battlegrounds'. Efectivamente, en ese Team Luminosity que se hizo con el título por equipos del PUBG Invitational de la Gamescom de 2017, estaba Ninja.
Meses antes de acudir a Alemania por el PUBG Invitational, Tyler se quejó amargamente en redes sociales sobre el estado de aquel entonces de la escena de 'Halo', calificando sus competiciones como "una broma". Hacía referencia a la falta de presupuesto de sus torneos, algo que se viralizó hace ya unos años gracias a unas fotos de una desangelada carpa donde se disputaban encuentros del campeonato mundial.
Motivado por ese abandono de los esports por parte de 'Halo', realizó una parada de su carrera; pero en apenas días se pudo vislumbrar donde estaba su futuro: retransmitiendo sus partidas podía tanto entretener como competir. Quizás ahí esté la clave, además de ser un jugador divertido de ver, es uno de los mejores del mundo. La viralización del fenómeno que le ha llevado a jugar con el conocido rapero Drake o a romper todos los récords de Twitch puede ser el fruto de aquellas noches destrozando a sus hermanos y a su padre.
Con la fama en el mundo del videojuego, Ninja comenzó a ser la cara de los videojuegos en occidente. Esta posición de poder llevó a Microsoft a cerrar con él un acuerdo histórico en agosto del pasado año para convertirle en su streamer franquicia en Mixer, su plataforma de vídeo en directo. Con un lucrativo acuerdo bajo el brazo, Ninja ponía a prueba las costumbres de los espectadores que llevaba años cuidando.
Y salió perdiendo. A pesar de lograr unos grandes números en su arranque, la burbuja se fue deshinchando al igual que lo hacía la plataforma en sí. De nada sirvió la apuesta por otros cracks de entretenimiento digital como Michael "Shroud" Grzesiek y Mixer ha terminado por anunciar el cierre de sus puertas. Según se comenta, Ninja habría recibido una oferta, superior a lo establecido en su ya importante contrato en Mixer, para sumarse al éxodo camino a Facebook Gaming; y la habría rechazado ganándose la libertad a cambio de recibir una suma cercana a los 30 millones de dólares.
De momento la biografía de Ninja en Twitch se ha actualizado para comentar que emite VALORANT, el nuevo shooter táctico de Riot Games, y Fortnite, su juego emblema. Parece que sólo resta por saber la fecha en la que Ninja comenzará su nueva etapa en Twitch y hacer una quiniela sobre los cientos de miles de espectadores que logrará en su regreso.