Pese a los problemas de este año 2020, la LCS firmará el primer año en positivo desde su fundación. La máxima competición de League of Legends en Norteamérica ha sabido imponerse a la crisis generada por el coronavirus e incluso a sus propios problemas para ofrecer una retransmisión que funcione de forma adecuada.
Aunque puede sonar chocante el hecho de pensar en que la LCS no daba beneficios antes de esta temporada, lo cierto es que Riot todavía tenía en mente un plazo algo más largo para comenzar a recaudar los frutos de lo que genera la competición de las regiones mayoritarias.
La LCS se convertirá, si todo sigue según lo previsto, en la primera liga de esports de los Estados Unidos en ofrecer beneficios. En buena medida el logro depende de los acuerdos publicitarios cerrados por Riot Games a lo largo de este último año y, en especial, a las marcas no endémicas (que no son propias del sector) como Mastercard.
Nada parece poder parar a Riot Games y la LCS cuando se trata de conseguir ofrecer un producto interesante a los patrocinadores. La vuelta a los estudios está más cerca que nunca y ofrece posibilidades de monetización extra que Riot aprovechará como ya viene acostumbrando.
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