El League of Legends cambia según el la región en la que se juega. Lo bonito de los eventos internacionales suele ser ver a los equipos de una y otra parte del globo disputar partidas en las que además de enfrentarse entre ellos también ponen en el tapete formas diametralmente opuestas de entender lo que es el LoL.
En los últimos años, China brilla sobremanera con un estilo rápido y agresivo en el que salen a comerse al rival. El objetivo es ganar y hacerlo cuanto antes. Corea, por su parte, sigue manteniendo algunos vestigios de esa pausa metódica. Ir poco a poco a por el rival hasta que consigues la garantía de que acabarás con él.
Siendo Lee Sin uno de los campeones que más brillan durante los primeros 20 minutos, encontramos en el campeón un baremo a la hora de juzgar el estilo de juego de ambas regiones. Plotless, un usuario de Reddit, señaló acertadamente una diferencia abismal entre el desempeño del personaje en Corea y China. El monje cuenta con un 50% de win rate en 104 partidas disputadas durante la fase regular del split de primavera de la LPL, mientras que se queda en un discreto 27% en 48 encuentros en la LCK.
La estadística puede verse afectada por algunos factores externos, pero el número de partidas la convierte en significativa. En un metajuego dominado por la agresividad de los equipos y la necesidad de asegurar ventajas en el juego temprano, la estrategia coreana ya no funciona. El síntoma derivado de esta forma de encarar las partidas es solo el reflejo del mal hacer de los conjuntos del sur de la península en las competiciones internacionales.