Corea del Sur es la meca de los deportes electrónicos por muchos motivos: infraestructura envidiable, atención mediática y talento a raudales; aunque recientemente hayan tenido que ceder el testigo en el esport más importante a nivel internacional como League of Legends. Los jugadores de primer nivel son auténticas estrellas del rock veneradas por legiones de fanáticos y protagonizan anuncios de importantes marcas, cómo si de futbolistas europeos se tratara. El culto a los deportes electrónicos en el país asiático tiene forma de trono y se llama Bonjwa.
"Bonjwa" o '본좌' usando sus letras, es de forma original un pronombre usado para distinguirse a uno mismo del resto, poniéndose además por encima en las comparaciones. Es posible que no haya demasiadas personas que conozcan el término, pero la instantánea de un jugador profesional de videojuegos procedente de dicho país asiático sentado en un trono, si que puede haber llegado a ser presenciado por los ojos de más de uno de los que está leyendo estas líneas. El apelativo de Bonjwa se le otorga al jugador que domina una era, ganando por el camino unos cuantos títulos. Por si esto fuera poco, también es condición sine qua non que ese deportista electrónico haya hecho que su disciplina evolucione.
Es innegable que la historia de los esports está irremediablemente unida a Starcraft, el juego de estrategia en tiempo real de Blizzard. Las razas Zerg, Terran y Protoss alumbraron una evangelización sin precedentes sobre los esports como evidencia la Korean Air de OSL celebrada en un hangar hace ya una década, en 2010. Kim "EffOrt" Jung Woo y Lee "Flash" Young Ho congregaron en la final del torneo a varios miles de aficionados, siendo este último uno de los jugadores que mejor abandera el sobrenombre de Bonjwa.
Flash, o también conocido como "Final Boss" tiene el récord en cuanto a ELO, el sistema de clasificación de los jugadores profesionales de Starcraft, llegándolo a romper en hasta en seis ocasiones durante sus sesiones de entrenamiento. Sus victorias tanto en BroodWar, la expansión del primer título de la saga, cómo en la segunda entrega lanzada más recientemente, le hicieron ser el quinto y último Bonjwa de Starcraft tras Boxer, NaDa, iloveoov y sAviOr.
Starcraft, con su expansión y posterior secuela, lleva teniendo competiciones de primer nivel en Corea del Sur desde casi su salida en el año 1998. La potencia de su escena profesional ha sufrido un más que entendible desgaste tras tantos años liderando los deportes electrónicos en el país, aunque hay otro Bonjwa tras tantos años en otro título completamente distinto.
No cabe lugar a dudas que Lee "Faker" Sang-Hyeok es el jugador que ha de venir a la mente si pensamos en el mejor y más galardonado profesional de League of Legends, el juego que recogió el testigo a Starcraft como título más popular de los deportes electrónicos tanto en Corea del Sur como en el resto del mundo. En su país natal protagoniza todo tipo de acciones comerciales e incluso es la imagen de un popular helado, pero también cumple esas condiciones que antes comentamos y que son necesarias para ser un Bonjwa.
Las imágenes son de la final de la LCK de 2017 entre SKT Telecom T1, el equipo de Faker, y KT Rolster, un equipo lleno de estrellas hecho a base de talonario por aquel entonces. La escenografía del momento habla por si sola e incluso puede calificarse como icónica aunque no ha sido el primer momento en el que se le aúpa a un trono Bonjwa. Fue en 2014, en la final contra Samsung Ozone, cuando se le concedió por primera vez ese honor. Esta temporada y durante la promoción del split de verano en la LCK, Faker aparece de nuevo sentado en su trono.
Tres títulos de campeón del mundo de League of Legends, nueve campeonatos regionales en Corea y varias preseas internacionales más como la IEM Katowice de 2016 o el MSI, llenan las vitrinas de Faker. A esto habría que sumar el saco de títulos individuales que ha ido granjeándose durante estos más de siete años como profesional. Indudablemente ha dejado ya su sello en la historia de los deportes electrónicos, y su longevidad está fuera de toda duda al haber firmado un contrato que le llevará a terminar su carrera, como pronto, dentro de tres años. Con Faker como ejemplo de Bonjwa, será complicado ver a otro jugador así en League of Legends.