Call of Duty seguramente sea una de las tres franquicias más importantes del mundo de los videojuegos en lo que va de siglo. Modern Warfare (CoD 4) supuso un hito que revolucionó el shooter competitivo en primera persona como quizás sólo lo habían hecho antes Quake o Counter Strike. El que tras tantos años de títulos anuales, cambios de ambientaciones y el cisma boots on the ground Activision e Infinity Ward hayan optado por llamar a su próximo juego Modern Warfare es toda una declaración de intenciones.
Con casi dos meses para su salida, ha sido posible probar el nuevo título de la saga en la Gamescom. El modo Gunfight, el cual enfrenta a dos parejas de jugadores y cuyas rondas duran segundos, ha sido el protagonista de esta demo. Es cierto que no es tremendamente exclusiva, ya que este fin de semana (del 23 al 25 de agosto) será posible jugar la Alpha de Gunfight en PS4 sin necesidad de reservar el juego o disponer de PS Plus.
Aunque sólo fue posible jugar en el mapa King, mientras la Alpha dispondrá de un total de cinco, lo cierto es que el objetivo de la sesión de juego también era la de mostrar las bondades del RTX de Nvidia en la versión PC. Por ello, se usó la versión nocturna de esta sala de entrenamiento, en la que las sombras se aprovechan del famoso raytracing para dibujarse con un realismo que acentúa el (necesario) salto gráfico producido en esta entrega de Call of Duty.
Tiroteo, el modo idóneo para calentar
Toca pues explicar qué es este modo Gunfight o Tiroteo. Dos parejas de jugadores se ven las caras en mapas pequeños y con unos sets de armas idénticos para todos los jugadores que rotan cada dos rondas. Dentro de cada una de ellas no es posible ni regenerar vida ni revivir, algo que añade aún más velocidad. Dichas rondas duran 45 segundos, divididos en una fase de duelo por equipos y un dominio con un punto a conquistar del mapa si pasa un tiempo y la contienda no ha terminado.
Para hacerse con la victoria es necesario llegar a un total de seis rondas ganadas, resultado en partidas de poco más de cinco minutos ideales para calentar de cara a otros modos de juego más competitivos. El factor aleatorio de las armas hace que no sea posible acostumbrarse a una táctica concreta y que el aim sea aún más protagonista si cabe en Call of Duty.
Aunque el frenetismo esté ahí, Gunfight también llama a colaborar con tu pareja con mini-estrategias como informar de la posición enemiga, coordinar granadas o incluso aprovecharse de los datos extraídos de una killcam propia. Eso sí, no es demasiado aventurado apostar por que los modos competitivos irán por otros derroteros.
Una cuestión de feeling
Aunque más que el modo en cuestión, quizás lo más interesante sea lo más subjetivo. Black Ops 4 ha sido bastante bien recibido tanto por la prensa como por los jugadores, pero era evidente que se necesitaba un movimiento más para fidelizar a su ingente base de jugadores frente a los asaltos de los nuevos géneros como el battle royale. A nivel gráfico, salta a la vista un cambio que dice mucho sobre la preparación de la saga para la nueva generación de consolas, pero el verdadero cambio es a nivel de sensaciones, casi una cuestión de feeling, como dijo Guardiola sobre Samuel Eto'o a su llegada a Can Barça.
Y ahí es dónde Modern Warfare conquista. El gunplay sigue siendo tan impepinable como siempre (alta movilidad de las armas, genial apuntado y muy satisfactorio), pero sí que se aprecia una evolución difícil de explicar con palabras. Una familiaridad inmediata que te permite hacer quickscopes sin haber jugado ni un minuto a este Modern Warfare, pero unas sensaciones de peso de las armas y movilidad del personaje totalmente nuevas.
Quizás tenga que ver que el abanico de animaciones de los modelos son mucho más realistas y su desplazamiento por el mapa se asemeja más a caminar y menos a un deslizamiento por una superficie plana. Puede parecer una tontería, pero cuando un juego está pensado para disfrutarse durante tantas horas como el multi de un CoD, estas cosas se agradecen mucho.
No queda mucho para tener con nosotros CoD: Modern Warfare, uno de los juegos más importantes de toda la IP. Será con el que se estrene la CoD World League con franquicias y también el que puede ser casi con total seguridad el mayor salto gráfico de la saga desde la salida del Modern Warfare original. Activision e Infinity Ward se juegan mucho, pero las sensaciones desprendidas tras esta sesión confirman que van en el buen camino.