Twisted Fate se ha vuelto a poner de moda en el rango Challenger de League of Legends. Apenas un año después de que El Maestro de las Cartas se convirtiera en la sensación de la Grieta del Invocador gracias a sus construcciones de daño de ataque, el campeón regresa para volver a mostrarse como una de las grandes alternativas en el carril central.
En esta ocasión, la vuelta de Twisted Fate no se debe a una gran combinación de objetos extraños. El personaje vuelve, como era tradición hasta el año pasado, con una construcción basada en poder de habilidad cuyo núcleo de objetos está formado por La Vara de las Edades y La Perdición de Liche.
La clave del regreso de este viejo conocido es el metajuego. Las rotaciones constantes que realiza Burak, jugador que han conseguido alcanzar el liderato de la tabla clasificatoria de Challenger de League of Legends, recuerdan a la forma en la que se jugaba Aurelion Sol hace no demasiado tiempo.
En cualquier caso, parece que Twisted Fate podría volver a ponerse de moda en League of Legends. La facilidad para moverse por el mapa y conseguir la prioridad de la calle central parecen ser suficientes para compensar las dificultades para mantenerse vivo durante las peleas. Ahora solo queda ver si como con el Twisted Fate basado en daño de ataque, este también llega al competitivo.