África sigue siendo uno de los continentes más ricos del planeta, a pesar de que las grandes potencias se hayan llevado las riquezas de allí de forma sistemática. Ya sean los museos británicos o los mineros de coltán, todos han sacado tajada de la cuna del ser humano, devolviéndole muy poco en el proceso. Y eso explica que lo que aquí es habitual en la vida de los jóvenes como jugar online a su videojuego preferido, es todo un lujo inalcanzable para los africanos.
La deficiente infraestructura en cuanto a Internet se refiere en partidos como Nigeria, Senegal o Camerún, y los problemas con el suministro continuo de electricidad hacen que los jóvenes de estos países vean a los jugadores profesionales de esports como una fantasía aún más compleja que dedicarse al deporte profesional. Así de complicado es dedicarse a los deportes electrónicos en África.
Como todo el mundo sabe, el deporte rey de África no es otro que el fútbol. Los jugadores de Real Madrid, FC Barcelona o Paris Saint Germain son auténticos ídolos, y si ya son procedentes del país, como sucede con Eto'o en Camerún, se desata la locura si van por allí. Entonces, si hay un género de videojuegos que arrasa entre la población no hay otro que los simuladores deportivos; especialmente los futbolísticos.
En Nigeria hubo varias iniciativas competitivas dentro de la Africa Gaming League hace unos años, hasta el punto de organizar torneos en las ciudades de Lagos, Abuja, Uyo y Port Harcourt. Antes de esto, y también gracias al emprendedor Amaete Umanah se llegó a jugar un torneo de FIFA 16 en el país con 1500 dólares en premios que atrajo a un buen número de personas.
Una estudiante de Derecho y fan de los deportes electrónicos de Nigeria ha escrito un texto en Medium en el que podemos constatar lo complejo que es simplemente intentar jugar online a videojuegos: "Nigeria no proporciona 24 horas de electricidad a sus ciudadanos, y eso limita a los jugadores que quieren emitir en directo o competir en un torneo online". Rjay afirma que la posibilidad de que se vaya la luz mientras emites en directo o juegas un torneo es muy alta.
Por si esto fuera poco, el dinero sigue siendo una barrera importante para África. "La incapacidad de comprar un buen PC y equipamiento para jugar echa para atrás a muchos jugadores". La propia Rjay cuenta que lleva años siendo fan de League of Legends y que el día que pueda permitirse un PC para jugar al MOBA de Riot Games será uno de los días más felices de toda su vida.
Pero no solo hace falta un ordenador o una consola para jugar. Las conexiones siguen siendo muy deficientes en África y, por si esto fuera poco, muchos juegos no invierten en tener un servidor para la región. "En 2019 PUBG lanzó un post diciendo que los servidores llegarían a África en 2020, pues ya estamos en la segunda mitad del año y no hay noticia de esos servidores", cuenta Rjay. Pagar una VPN para conseguir 160-230 de ping no es la mejor de las experiencias.
Un caso paradigmático es el de un jugador de Senegal que logró 28 victorias en FUT Champions, consiguiendo estar entre los 100 mejores de la región. Sin embargo, y a pesar de tener esos resultados en las ligas de fin de semana de FIFA, este jugador no puede competir en la FIFA Global Series dado que sólo Egipto y Sudáfrica tienen la posibilidad de mandar jugadores.
En estos momentos, y a pesar de lo deficitario de los deportes electrónicos en el país, ya hay dos organizaciones intentando llevar la voz cantante en los esports de Nigeria. Una es Esports Nigeria, que cuenta con el respaldo de las instituciones oficiales a nivel global, y la otra Nigeria Esports Association, que se ha reunido con el Gobierno para conseguir fondos.
Quizás haya talento en Nigeria para ganar todos los torneos de FIFA, como sucedió con Pakistán y el Tekken cuando se les dio la oportunidad. Pero sin una infraestructura mínima no parece posible que llegue a darse esa circunstancia.