Ahora mismo ya concebimos el género del battle royale como algo totalmente normalizado. Cada vez que aparece un nuevo shooter siempre se lanza la misma pregunta al aire: ¿tendrá battle royale? Se ha convertido en el género multijugador por excelencia de nuestra década. Lo más buscado y jugado por la comunidad gamer que quiere demostrar constantemente que es mejor que los otros 100 jugadores con los que comparte partida. O 150 en el caso de Warzone.
Sin embargo, antes de Fortnite, Apex Legends, Blackout, PUBG o el ya mencionado battle royale de Modern Warfare (2019) ya había existido este modo de juego dentro de una obra de Hideo Kojima. Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots tenía un multijugador en su interior que fue ignorado prácticamente por casi todos los jugadores que pasaban por el título; se trataba de Metal Gear Online 2, sucesor del MGO que había incorporado en Metal Gear Solid 3: Subsistance para PlayStation 2.
Deathmatch de Camuflaje (DMC) o Stealth Deathmatch era el nombre que recibió el padre de los battle royale actuales. En ese modo de juego, los jugadores eran desplegados en el mapa que tocase, puesto que se podía jugar en todos los del multijugador y no en uno solo, con un camuflaje activo. Es decir, eran todos invisibles y únicamente se podía ver a otro usuario si este portaba un arma en las manos. Y si eramos golpeados se desactivaba el camuflaje de forma temporal. El modo se guiaba prácticamente por el sonido de los pasos y movimientos de los jugadores, por lo que era extremadamente táctico. Alrededor del mapa, un círculo se iba cerrando poco a poco, provocando que los jugadores tuvieran que desplazarse por el escenario para poder sobrevivir fuera del alcance del círculo. Eso, claramente, provocaba que los jugadores se topasen los unos con los otros y se realizaran los enfrentamientos. Hasta que solo quedaba uno en pie: el ganador.
Como veis, las normas son exactamente las mismas. La gran diferencia posiblemente es que los jugadores seleccionaban con qué arma querían realizar la partida y no se las encontraban por el suelo. Aparte de que tampoco se podían curar ni tampoco existían los blindajes o escudos para protegerse de los disparos enemigos. Por otro lado, los jugadores tenían también una pequeña ayuda para poder saber si tenían jugadores cerca: un detector de sonidos que pitaba cuanto más cerca se estaba del rival.
Al tratarse simplemente de un modo de juego dentro de un multijugador que no triunfó demasiado entra la comunidad de Metal Gear Solid y que siempre estuvo a la sombra de otros shooters, no se le reconocen demasiados méritos ni tampoco se habla lo suficientemente de él. Pero nosotros hemos querido sacar un poco a la luz este tremendo multijugador que os aseguramos que disfrutamos del primer día hasta el momento de su cierre. Los Battle Royale actualmente han tomado prestados muchos de los elementos que Kojima articuló en su videojuego, y eso por lo menos merece ser recogido.
Actualmente los servidores de Metal Gear Online 2 están cerrados de forma oficial por parte de Konami, pero sabed que podéis acceder a ellos gracias a que algunos jugadores que amaban el juego tomaron la decisión de reabrir los servidores para todos los que quisieran volver a jugar. De modo que si tenéis una PS3, un Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots y tenéis ganas de echarle un tiento, podéis intentar buscar alguna partida del modo en estos servidores.