Hay una pieza de Steve Kerr que me fascina y no es otra que un popurrí de comentarios a sus jugadores que publicó la cuenta de Twitter de NBA en España. En uno de esos momentos, el técnico de los Golden State Warriors le pregunta a su alero Andre Iguadala "¿qué harías tú si fuera yo?". No fue un brindis al sol o un gesto de cara a la galería, ya que en vídeos como el de aquí abajo en el que se aprecia como deja que sea Iguadala quien pizarra en mano dibuje una jugada.
Este tipo de técnicos que tratan a sus jugadores como adultos y les deja tomar decisiones dentro de un equipo, han florecido en otros deportes como el fútbol o el League of Legends. Pep Guardiola o Fabian "Grabbz" Lohmann han sabido entender que en sus clubes hay jugadores con la suficiente inteligencia como para tomar decisiones en medio de los partidos, y que el entrenamiento es una forma de ampliar sus capacidades y no practicar lances del juego de manera mecánica.
En contraposición a este tipo de técnicos están los entrenadores autoritarios: esos que están por encima de los jugadores y que tienen una ascendencia en el club que les permite tomar decisiones arriesgadas y acallar las críticas de sus pupilos. El primer gran ejemplo de esto en el fútbol podría ser Helenio Herrera, que con el catenaccio como religión y sus ganas de ser mediático como motivación, se convirtió en todo un ídolo en el Inter.
En una de las primeras temporadas de la League of Legends European Championship (LEC), conocida por aquel entonces como EU LCS, Riot Games comenzó a obligar a los equipos a contar con un entrenador. La autogestión de los equipos, con los propios jugadores llevando a cabo los entrenamientos, era la situación imperante por aquel entonces.
Se dieron entonces casos como Origen, que llegó a tener entrenadores que apenas servían de apoyo frente a los Mithy, xPeke o Soaz, o un Giants Gaming que vio como David "Lozark" Alonso tenía que virar desde su puesto inicial de manager hasta el de entrenador. Europa tardó un poco en adaptarse a esa nueva realidad en la que los entrenadores, analistas y demás cuerpo técnico convivían con los jugadores, pero era un cambio obligado por el salto de calidad que había dado desde hace algún tiempo el LoL surcoreano.
Aunque el deporte electrónico es un concepto que se ha profesionalizado recientemente en occidente, al menos en lo que a cuerpo técnico se refiere, en Corea del Sur llevan unas décadas construyendo toda una cultura de los esports. Antes de League of Legends otros juegos como Starcraft habían instaurado un sistema de entrenadores, además de importante la cultura asiática de sumisión al superior.
Mientras Europa y Norteamérica seguían cediendo todo el protagonismo a los jugadores, Corea del Sur empezaba a dominar con un estilo de juego calculado al milímetro, en el que no faltaba calidad mecánica, pero en el que era decisivo el tratamiento de la información, la gestión de la visión y el aprovechamiento de los fallos del rival. Y, sin duda, en ello tenía un papel importante el desarrollado papel del cuerpo técnico en el LoL surcoreano.
Este pasado jueves se consumó el fichaje de Jakob "YamatoCannon" Mebdi por Sandbox Gaming. El técnico sueco de League of Legends se convertía en el primer entrenador occidental en dirigir un club de la LCK (LS trabajó en Challengers Korea, la segunda división) y la curiosidad por este hecho, así como por su forma de dirigir su nuevo equipo, ha sido uno de los temas de la semana.
El currículum de Yamato, con dos participaciones en mundiales y siendo responsable de dos equipos que trabajaron muy bien con jugadores debutantes como Splyce en 2016 y Vitality en 2018, ha sido lo suficientemente bueno como para seducir a un Sandbox Gaming que se aferró a su plaza en la LCK en la fase de promoción de la máxima competición surcoreana al derrotar a Griffin.
En su vídeo de presentación, Yamato afirma que quiere que "Sandbox lidere en términos de innovación", así como que sea el clásico equipo que puede ganar a cualquiera y "que no siga las tendencias del top de la tabla clasificatoria". Además de esto, realiza toda una declaración de intenciones: "Mi trabajo como entrenador es hacer que los jugadores se expresen en League of Legends, porque el juego al fin y al cabo es una forma de arte. Eso es algo que hacen los equipos más peligrosos".
Es una declaración de intenciones, porque de forma tradicional los entrenadores de League of Legends de Corea del Sur han sido muy duros y principales responsables del estilo de juego de sus equipos. Moldean a sus jugadores para responder a lo que necesita su idea de LoL o logran hacerse con otros que respondan a ella.
Jaume “MindFreak” Marcet, analista de League of Legends y un gran conocedor de la escena profesional surcoreana del MOBA de Riot Games, sigue la línea de pensamiento sobre la cultura asiática: "La diferencia a mi parecer es cultural, allí se respeta mucho al que está por encima de ti, tanto en edad como en cargo y también la gente joven está más acostumbrada a cierta disciplina". "Suele haber una jerarquia bastante más fuerte y clara que en occidente en el LoL", nos comenta.
La influencia de los jugadores en las decisiones estratégicas depende del grado de autoritarismo que tenga el entrenador, aunque hay equipos que buscan darle la vuelta a esta situación en Corea del Sur. Precisamente Sandbox, fue uno de los pioneros: "El primero que buscó un formato más 'horizontal' intentando involucrar más a los jugadores y aliviando un poco su horario de trabajo para que no fuera tan exigente fue precisamente un ex entrenador de Sandbox. Sally, actualmente sin equipo, que fue el que subió a Team Battlecomics que luego se convertiría en Sandbox"
También hemos hablado con Mauro Garih, entrenador del club alemán MTW Gaming, quien nos revela que "Yamato es un tipo de entrenador que va a trabajar y exigir tanto como uno surcoreano", pero que "en general entrenador occidental vs coreano creo que es mas alrededor de la libertad del estilo de juego del equipo. El occidental es más comprensivo y empático mientras el oriental quiere X y hace lo necesario por conseguirlo".
Mauro considera que el Sandbox de Yamato mejorará sus resultados esta misma temporada, ya que "permitirá jugadas que son rentables solo por talento aunque en el planteamiento sean malas", algo que contrasta con el resto de la región: "En Corea solo se lanzan a por las jugadas 90% ganadoras, y por eso están ausentes durante todo el juego temprano".
Pero volvamos al propio Yamato. En un preguntas y respuestas publicado en su canal de Youtube hace apenas unas horas, el técnico sueco contesta a la cuestión "¿vas a entrenar a Sandbox al estilo europeo o al estilo coreano?". La respuesta nos hace replantearnos este debate y añadirle varios matices, pero sí que cuenta con pelos y señales cuál será su plan en su nuevo equipo:
"Creo que debemos tener mucho cuidado a la hora de como etiquetamos ciertas cosas y como pensamos sobre ellas. No quiero etiquetar mi filosofía como 'europea' o 'coreana'. Hay que ser capaz de adaptarse y tener la mente abierta. Cuando atas tu identidad a una etiqueta, creo que se pierde la ocasión de tener la mente abierta. La LCK lleva dos años sin ganar los Worlds, pero hace muchas cosas bien; Europa ha tenido mejores resultados y quizás hace bien otras cosas. Hay que saber sacar lo mejor de cada sitio y poder adaptarte para ser capaz de sobreponerte a cualquier problema que puedas sufrir durante la temporada".
Más allá de los matices sobre estilo, es evidente que Yamato es una bocanada de aire fresco en el LoL coreano. Muchas miradas estarán puestas sobre su trabajo y puede que algunas cosas cambien en la meca de los deportes electrónicos. De momento y a falta de su debut dentro de unas semanas, Yamato ya ha hecho historia. Ahora le falta escribirla.
Foto de lolesports.