Desde hace varios años, especialmente con el lanzamiento de PS4 y Xbox One, tanto Sony como Microsoft han querido meternos de lleno en el mercado digital. Especialmente la empresa de Redmond, que quiso adelantarse más de la cuenta y terminó reculando sobre su estrategia comercial.
Eso fue a finales de 2013 y, en este tiempo, la cosa ha cambiado mucho. Entonces, muchos éramos reticentes al mercado digital. El puro afán de coleccionismo de tener las estanterías llenas de juegos y ediciones especiales. Ahora, eso sigue estando ahí, pero está claro que la tendencia ha comenzado a variar.
Y lo ha hecho con las empresas demostrándonos que, el mercado digital, tiene muchas ventajas. Nos permite jugar a los videojuegos desde las 00:00 del día de su lanzamiento, pudiendo incluso precargarlos para no perder ni un segundo. Así, no tenemos que estar pendientes acerca de si va a llegar el cartero o nos va a dejar una nota en el buzón de que no ha sido entregado por no estar en casa cuando no hemos salido en todo el día.
Eso por no hablar de los servicios digitales de ambas compañías. Por un lado, Microsoft está sentando cátedra con Xbox Game Pass, con lo que tenemos una enorme biblioteca de juegos a nuestro alcance por muy poco. Sony está tratando de mantenerse a la estela con PlayStation Now. Y encima, ahí los juegos no cogen polvo.
Este tipo de servicios, a los que reiterativamente se conocen como "los Netflix de los videojuegos", van a imperar definitivamente. Basta con ver el éxito de las plataformas VoD; hace poco parecía inconcebible que incluso la gente pagara por ver una película en casa y ahora es difícil no conocer a alguien que posea uno o varios servicios semejantes.
.La crisis sanitaria ha provocado que abramos los ojos. Tenemos una ventaja bastante cómoda a nuestro alcance, y que nos asegura tener los últimos lanzamientos a tiempo.
La llegada a las tiendas de Final Fantasy VII Remake y de Resident Evil 3 Remake ha sido un despropósito propio de los tiempos en los que se lanzaron los originales. Un lanzamiento anticipado fruto de la improvisación que, a nivel usuario puede parecer positivo al tener el juego antes de tiempo, pero que a nivel comercial es un completo desastre.
Ante esos ejemplos, las empresas han visto cómo las ventas de sus juegos se han disparado en formato digital. Animal Crossing New Horizons ha vendido cinco millones de copias digitales en un mes, siendo el juego que más rápido ha alcanzado esa cifra en ese formato y en ese periodo de tiempo, superando a Call of Duty: Black Ops 4.
Doom Eternal ha vendido tres veces más en formato digital que el Doom lanzado en 2016. Una tendencia que demuestra que lo digital ha comenzado a reinar.
Tampoco hay que olvidar que, los juegos más mediáticos de esta generación, tanto en consolas como en otros formatos, han sido títulos free to play como Fortnite, League of Legends, Warzone y un largo etcétera.
Pero, hay esperanza para quien siga reticente. Seguirán habiendo ediciones físicas. A muchos nos encantan las ediciones coleccionistas. Y las compañías lo saben, anunciando versiones de los juegos más potentes con figuras espectaculares o libros de arte interesantísimos. Precisamente, para abastecer a ese público, se han retrasado juegos como The Last of Us 2. Porque es una de esas obras que trascienden lo cultural y nos encanta tener algo representativo presidiendo salones o habitaciones.
El mercado físico debe seguir, porque los videojuegos deben tener presencia en la sociedad; en centros comerciales. Y porque millones de puestos de trabajo dependen de ellos en tiendas físicas y empresas distribuidoras. Pero estos negocios deben reinventarse, y ya lo estamos viendo. Basta con entrar a un GAME, donde vemos más merchandising con camisetas, tazas y peluches que videojuegos en sí. Toca reinventarse; no olvidemos que los videojuegos facturan más que la música y el cine juntos.
Todo apunta a que la llegada de PS5 y Xbox Series X puede ser el paso definitivo al fin del mercado físico tal y como lo conocemos. Pero, para eso, todavía deben ajustarse muchos parámetros; como el precio de los títulos en mercado digital, actualmente iguales a los físicos por respeto a las tiendas físicas y distribuidores -los juegos digitales podrían salir mucho más baratos al ahorrarse transporte, distribución, empleados...-.
Quizás, en pocos años, y ahora de verdad, no podamos prestarle juegos en caja a nuestros amigos.