La mitad de ellos pueden haberse ido en impuestos, pero ganar 3 millones de dólares en una tarde no es moco de pavo, el joven campeón de Fortnite World Cup -Bugha- sufrió un intento de swatting ayer.
Para los que no están familiarizados con esta práctica, el swatting consiste en enviar a la policía a la casa de un streamer y haciéndoles creer que se está llevando a cabo algún tipo de acto delictivo, una broma cuya peligrosidad sólo puede equipararse a la estupidez de aquél que lo hace. De hecho, el swatting ya se ha cobrado víctimas mortales. En los últimos años, las autoridades han tomado conciencia del problema y han comenzado a aplicar sanciones severas. En 2017, un residente de Kansas fue sentenciado a 20 años de prisión después de que una paliza causara la muerte de una persona.
En el caso de Bugha, la situación se resolvió rápida y sencillamente porque uno de los agentes enviados al lugar de los hechos reconoció al joven jugador y comprendió inmediatamente lo que estaba ocurriendo.
En el streaming, los espectadores no vieron casi nada, oímos al padre de Bugha entrar en la habitación para advertirle que la policía estaba allí. Acto seguido, el jugador abandonó su teclado durante unos minutos y luego volvió para explicar el incidente.
La situación se resolvió sin demasiados problemas directos para Bugha, aunque el responsable de la llamada incriminatoria se verá sometido a una investigación policial por haber acusado falsamente al streamer. Sobre todo, tendrá que explicar cómo pudo haber pensado que valía la pena arriesgarse a 20 años de prisión para interrumpir un stream de Fortnite