Tras una demora de cerca de dos años desde su anuncio hasta su inclusión final, Clash todavía debe enfrentar nuevos retos. El modo competitivo cinco contra cinco de League of Legends está pensado para enfrentar a jugadores con un rango similar, haciendo que sea el juego en equipo y la sinergia entre compañeros la que dicte sentencia sobre quién resulta ganador del enfrentamiento.
Sin embargo y pese a que las premisas parecen inmejorables, Riot se ha encontrado un nuevo problema en este modo de juego: los jugadores que utilizan cuentas secundarias. Estas cuentas, a las que se le suele llamar ‘smurf’, se utilizan para bajar el rango individual de un jugador y encontrar emparejamientos más sencillos en los que pueda imponerse con facilidad y llevar a su equipo hacia la victoria.
En el pasado Riot ha anunciado que tomará medidas contra este tipo de prácticas, especialmente si suceden en el modo Clash. Sin embargo, las sanciones se están dilatando demasiado en el tiempo y están comenzado a desmotivar a los interesados en este modo de juego, que en ocasiones se encuentran con rivales con rachas de victorias de más de 20 partidas y saben que han perdido antes de empezar.
Los ganadores de cada torneo de Clash tienen recompensas, algo que incentiva a llevar este tipo de prácticas a los jugadores. Solo queda esperar a ver cuales son las medidas tomadas por Riot para evitar el problema en el futuro, pero deben de ser contundentes o Clash se convertirá en una anécdota.