Si con el torneo de FIFA de Ibai nos quedó claro que el fútbol seguía de forma virtual a pesar de confinamiento a causa del Coronavirus, hay que decir que no es el único deporte que se ha dado la mano con los esports este fin de semana. El Gran Circo de la Fórmula 1 tenía previsto comenzar este domingo con el Gran Premio de Bahrein, pero por razones obvias no pudo disputarse dicha carrera. Al menos no de forma física.
A través de los canales oficiales de Youtube, Twitch y Facebook de la Fórmula1, se pudo ver un GP de Bahrein un poco distinto. Tanto jugadores profesionales de videojuegos de carreras (el conocido como simracing) como algún que otro piloto analógico de F1 y de más disciplinas, se han puesto a los mandos del videojuego oficial de Fórmula1 para deleitar a decenas de miles de aficionados que se habían quedado sin su espectáculo deportivo preferido.
Lando Norris, compañero de Carlos Sainz en Mclaren o el expiloto de F1 Nico Hulkenberg eran varios de los profesionales citados a esta competición que tuvo lugar, al menos de forma virtual, en el trazado nocturno de Bahrein que da el tradicional pistoletazo de salida a la competición de Fórmula 1.
Pero también había más de un viejo conocido de los esports como Paul "Redeye" Chaloner, uno de los mayores referentes de los deportes electrónicos con lustros de experiencia en la industria como uno de los comentaristas y presentadores con más eventos a sus espaldas.
Esta prueba de 14 vueltas se la llevó el piloto chino de la academia de Renault Guanyu Zhou, que hizo uso del propio Renault para subirse a lo más alto de podio por encima de otros dos profesionales del mundo del motor como el belga Stoffel Vandoorne y el austriaco Philipp Eng.
Según comentó el consultor de esports Rod "Slasher" Breslau a través de su cuenta de Twitter, esta carrera llegó a un pico de 350.000 espectadores sin contar las emisiones a través de televisión como Sky Sports.