Moscow Five es una de las organizaciones históricas del League of Legends. El club consiguió hacerse con los servicios de una plantilla temible que venía dominando la escena competitiva del videojuego con Team Empire. Los jugadores ya se había hecho un hueco y hoy en día es imposible no recordarlos con cierta emoción: Darien, Diamond, Alex Ich, Genja y Edward formaron un quinteto histórico.
Además de ser el único equipo ruso en la historia del LoL en conseguir buenos resultados internacionales, ese Moscow Five consiguió cambiar para siempre la forma de entender el League of Legends.
Moscow Five: nacidos en la Go4 LoL
Los torneos Go4LoL forman parte de la historia del League of Legends. Puede que en estos tiempos se recuerden como competiciones totalmente amateurs que no terminan de generar interés para los espectadores, pero hace años eran la única competición regular de LoL. En ella se forjaron clubs a la altura de SK o Fnatic. A veces, equipos de amigos más dispuestos a echar unas pachangas que a competir se apuntaban, dando algún que otro pelotazo.
Eso era lo que la gente pensaba de un incipiente Team Empire, un club ruso en el que militaba una plantilla de desconocidos. Al principio parecía que los astros se habían alineado para que consiguieran victoria tras victoria. Apuntaban a ser un cantante de un solo éxito incapaz de conformar un CD completo, pero nada más lejos de la realidad.
La plantilla rusa comenzaba a despuntar y con el paso de las semanas quedó claro que estos chicos venían a competir. De hecho, sus buenas actuaciones no pasaron desapercibidas y terminaron por fichar por un equipo al que no le faltaba dinero: Moscow Five.
El cambio de club era prometedor para este equipo de cinco amigos. El propio Alex Ich, uno de los mid laners insignes de la historia de la LCS, confesó que antes de fichar por la escuadra moscovita no podían retransmitir en directo los torneos porque no contaban con ordenadores suficientemente potentes. Mucho era poder llegar a los sesenta fotogramas por segundo.
Los moscovitas que reinaron en la Intel Extreme Masters
La mezcla de situaciones convirtió el fichaje en algo tremendamente ilusionante para los jugadores, que comenzaron a mostrar un dominio inusitado del League of Legends. En la temporada 2, que tuvo lugar en 2012, no había grandes ligas ni un circuito que se pareciera al que hoy conocemos.
Pese a todo, ahí estaban las Intel Extreme Masters. Ya no queda espacio en el calendario para una cita anual en las finales mundiales del torneo de Intel y ESL en Katowice, tampoco para sus paradas por diversas capitales a lo largo del mundo. Sin embargo, en aquel lejano 2012 eran uno de los torneos más prestigiosos. De hecho, las finales en la ciudad polaca eran tan codiciadas como un mundial.
Moscow Five y sus jugadores debutaron por fin en un torneo presencial: la IEM de Kiev. Los rusos hicieron brillar el fruto de su esfuerzo y comenzaron a lograr la reputación que merecían tras ganar uno de los más prestigiosos torneos internaciones cediendo un único mapa. Fue la segunda partida de la final ante Team Solo Mid. Pese a eso, levantaron el primero de los muchos trofeos que se llevarían en la temporada.
La vuelta a casa y a la competición en línea tampoco estuvo mal. Pese a perder de forma rutinaria con el CLG.EU de Froggen, aprendieron a sobreponerse y consiguieron decir adiós a las segundas y terceras posiciones. En el verano de 2012 se llevaron un total de 14 de los 16 torneos disputados. El equipo estaba mejor que nunca y, finalmente, llegaron al mundial.
De vuelta a Rusia con una decepción histórica
Tras reinar en Europa, el trono mundial aguardaba a la organización rusa. Los coreanos comenzaban a dominar la escena, sin embargo, todavía había grandes esperanzas para los conjuntos occidentales que partían con la ventaja de haber disputado la primera copa del mundo.
Moscow Five consiguió el pase directo a los cuartos de final gracias a su triunfo en los clasificatorios europeos. El conjunto ruso consiguió derrotar cómodamente a Invictus Gaming, llegando a las semifinales para encarar un partido contra TPA que apuntaba a mero trámite. Sin embargo, si los moscovitas llevaban casi todo el año forjando una historia sobre la que se cantarían canciones mil años, un mes de competición fue suficiente para el equipo de Taipei.
Taipei Assasins despertó tras caer derrotado en el primer mapa. Consiguieron imponerse ante la desesperación de un equipo ruso que, sin saberlo, estaba jugando sus últimas partidas. Finalmente y tras ganar también a Azubu Frost; los focos, el confeti y la Copa del Invocador se fueron a una región hoy en día minoritaria.
El nacimiento del League of Legends moderno
La caída de Moscow Five fue tan rápida como su ascenso, pero si el equipo ruso ha pasado a la historia no es solo por su palmarés. Los jugadores de la organización moscovita sentaron las bases del League of Legends moderno. La prioridad en la línea, ese concepto que todos conocemos pero que no tantos sabemos explicar con detalle, nació con M5.
Antes de que ellos redescubrieran la forma de jugar al League of Legends todo se resumía en un mantra bastante simple: “gana la línea para ganar la partida”. Diamond reinventó el metajuego con una selección de campeones un tanto extraña para la jungla. Shyvana y Udyr se convirtieron en dos personajes de referencia. La explicación, con una vista en retrospectiva, es bien sencilla: conseguir presión en la jungla y prioridad en la línea.
Ganar la partida desde la jungla o gracias a la jungla era algo revolucionario. El descubrimiento de la importancia del concepto de prioridad fue como inventar la rueda. Hoy en día todos los equipos lo conocen. Analistas y entrenadores se lamentan cuando se dan cuenta de que en selección de campeón han elegido demasiadas líneas que no pueden hacer presión y moverse a ayudar a sus compañeros o a conseguir objetivos.
Este concepto es la base del League of Legends moderno. De él parten las estrategias de macrojuego. Cuando un equipo se decide a realizar una estrategia de empuje dividido o simultáneo (splitpush) todo se basa en este concepto. Se crean variantes del mismo en torno a la visión y a los picos de poder, pero siempre con base en la prioridad.
Además, Moscow Five fue capaz de explotar otros aspectos del metajuego. Estrategias como construir Ángel Guardián en todos los campeones fueron, además de un meme recurrente, una genialidad.
El FBI acabó con Moscow Five, la LCS con Gambit
Antes hemos mencionado que a Moscow Five no le faltaba dinero. La organización moscovita contaba con capital de sobra para mandar a sus jugadores a dar la vuelta al mundo, pero el problema era cómo lo conseguían. Dmitriy Smialents, fundador del club, se juntó con otros cuatro compañeros para ganar algo de dinero. El método era sencillo: conseguir números de tarjetas de crédito ajenas.
Sutiles criminales, la organización apenas trataba de robar unos diez o veinte dólares por cada tarjeta de la que sustraían información. Desde 2005 hasta 2010 fueron llevando a cabo sus tropelías sin problema, pero el FBI tomó las riendas de un asunto que ya saturaba a las autoridades. Esos pocos dólares multiplicados por los 160 millones de tarjetas duplicadas daban una cantidad muy suculenta y, finalmente, fueron atrapados por la justicia a finales de 2012.
La historia de Moscow Five se acaba. La directiva de la organización resultó ser una banda criminal. No había mucho que protestar al respecto. El FBI desarticulo club, pero los jugadores eran liberados y seguían apostando por mantenerse juntos. En ese contexto emergió Gambit.
Los tiempos cambiaban y en la tercera temporada, que tuvo lugar en 2013, Riot tuvo a bien organizar diversas ligas regionales. Si el FBI había dado una estocada, Riot terminó de clavar el puñal.
No fue por mal hacer ni se puede considerar un error de Riot Games. La iniciativa era gloriosa y dio lugar a todo el circuito competitivo que hoy en día conocemos. El problema de la nueva LCS Europea es que tenía una sede fija en Colonia. Las relaciones internacionales de Rusia complicaban la tarea de conseguir visados y los chicos del reformulado Gambit tenían que viajar cada semana desde Moscú para poder disputar las partidas. El trayecto agotador terminó mermando a un equipo que nunca volvió a ser el mismo.
Una plantilla histórica del League of Legends terminó así. Gambit resistió algo más. Incluso Forgiven o Cabochard llegaron a jugar en el club, pero el fénix nunca volvió a volar.