El League of Legends es un juego de costumbres. Entras a una partida, selecciones el rol y tratas de ganar hasta que te das cuenta de que muchas de tus decisiones han sido también malas ideas. Algo así debió de pasarle por la cabeza a este Graves jungla que quedó retratado al ir a emboscar a un Warwick enemigo en el carril superior.
Desde su rework, el único fumador vivo de la grieta, no es capaz de superar a los súbditos o estructuras con sus autoataques. Como en Call of Duty, la escopeta tiene mucho daño, pero poca precisión. Esto es a la vez una fortaleza y una debilidad. Debería de ser suficiente con elegir bien los momentos para emboscar las líneas, sin embargo, hay jugadores no tan experimentados que no lo tienen en cuenta.
Si además tenemos delante un Warwick, que puede utilizar los súbditos rivales para curarse, todo está en nuestra contra. Los 30 segundos de persecución son un festival muy bien ejecutado por el lobo, pero se ven del todo ridículos cuando ponemos el punto de mira en la impotencia y la frustración que debía de estar sufriendo ese Graves.
El detalle, al final de la jugada. Os recomendamos no seguir los pasos de este Garen, pero es innegable que nos ha sacado una sonrisa verlo abandonando la partida según los acontecimientos se iban sucediendo ¿Jugadón del Warwick o fallo imperdonable de Graves?