La clasificación de Damion “XXiF” C, durante las primeras semanas del clasificatorio para Fortnite World Cup , levantó sospechas entre la comunidad. Tras una serie de vídeos publicados en redes sociales y utilizados como pruebas de sus trampas, Epic Games ratificó la sanción y condenó al jugador a 14 días de sanción sin poder competir. Sin embargo, XXiF consiguió el pase junto a un compañero, Ronald “code Ronaldo” Mach, para las finales por dúos.
El cumplimiento de la sanción no quitó a XXiF del punto de mira de la comunidad, que seguía considerándolo un tramposo; las principales críticas se repartían entre el jugador y Epic Games: en concreto a la escasa condena que había recibido por cometer trampas y poner en peligro la integridad competitiva del torneo.
El paso del tiempo no ha provocado que la comunidad se haya olvidado de XXiF, en realidad se ha vuelto casi un meme dentro del propio Fortnite, y al ser eliminado de las finales de Fortnite World Cup recibió el abucheo por parte del público presente en el evento, dejando claro que sus trampas seguían muy presentes.
A pesar de todo, ante esta situación se abre una polémica que subyace a todo el torneo: la culpa de XXiF es evidente, cometió trampas y ha pagado el precio por ellas, sin embargo el precio no parece ser suficiente para la mayoría de usuarios; por otro lado, a Epic Games se le recrimina lo languidas de sus sanciones, sobre todo teniendo en cuenta la importancia y envergadura del torneo (el segundo que más dinero ha repartido en la historia de los esports).
De haber sido así, de haber impuesto Epic Games sanciones más contundentes, XXiF no habría podido clasificarse a posteriori y -de hecho- habría dejado de ganar los 100.000 dólares que se han asegurado al terminar en el puesto 28 del evento y que probablemente no ayudarán ni a la comunidad y ni al jugador a pasar página.