Martin "Rekkles" Larsson es uno de los jugadores más importantes de la historia del League of Legends europeo. Aunque en nuestro país Enrique "xPeke" Cedeño está en más alta estima, y los títulos digan que Luka "Perkz" Perkovic es el más grande que nunca ha habido, no se entendería el LoL en el viejo continente sin la figura de Rekkles.
En sus casi 8 años de carrera profesional, el tirador sueco sido una de las caras de la LCS EU primero y de la LEC ahora. De niño prodigio pasó a ser dominador de la competición, para luego transitar un bache mental del que ha salido reforzado. Rekkles no es una persona de muchas palabras, y mucho menos con la prensa. Por eso es de especial interés su participación en el último EUphoria, el podcast de LEC.
Durante la primera media hora del programa, Rekkles se abre en canal y habla de sí mismo, de sus sentimientos y de como ha sido su carrera hasta ahora. Con la salida de Europa de Paul "Soaz" Boyer, Rekkes es el jugador más veterano de LEC a pesar de tener 23 años de edad. Preguntado por este asunto, el sueco afirma que ahora usa la experiencia a su favor más que antes y que durante estos años ha tenido la oportunidad de darse cuenta de que "la mentalidad influye más en el rendimiento que lo rápido que teclees o uses el ratón".
Sin embargo, cuenta que a la vez quiere huir de este halo de experiencia, porque no quiere ser un jugador que acabe por pensar que ya ha hecho tanto que no tiene que trabajar duro como los demás; que le vale con ser y no con hacer. "Quiero ser un jugador constante", sentencia.
En cuanto a sus inicios, muy tempranos en edad, Rekkles cuenta que al principio se olvidaba hasta de dormir: "Era más fácil ser profesional antes, era simplemente dedicar muchas horas y dejar todo de lado. Y cuando no tienes más preocupaciones e intereses, y además estás muy motivado, es muy fácil".
Sin embargo, 2016 es el año que lo cambió todo para Rekkles. Tras llegar a las semifinales de Worlds de la mano de Huni y Reignover, el tirador sueco entró en crisis. Se quedó sólo en Fnatic y fue entonces cuando bajó de la nube: "Fue entonces cuando por fin me di cuenta de que estaba en un país extranjero, no conocía a nadie de verdad y que tras tantas horas de entrenamiento 6 o 7 días a la semana, estaba poniendo mi cuerpo y mente al límite".
Aún con estas declaraciones, Rekkles considera que ese año de transición fue "ok": "No éramos un buen equipo de ninguna de las maneras y estaba claro que yo no ayudaba. Trataba de conocer qién era como jugador y como persona. Pero fue un año necesario. Entendí que no podía ser siempre ese chico ultra-motivado". Para él, fue el momento en el que comprendió que había más cosas que jugar a LoL y que importaban en su rendimiento como dormir, tener una buena alimentación, ser más eficiente en el entreno o forjar una buena relación con sus compañeros más allá de en la Grieta del Invocador.
Ese año de cambio, 2016, fue en el que Rekkles cambió su mentalidad: "Pensé que no era tan bueno como yo creía, o como la gente creía [...] Me di cuenta de que tenía que dejar de intentar ser la persona que la gente quería que fuera. Tenía que ser yo mismo.". Rekkles se refiere a que nunca ha sido un líder, no de esos que dan discursos y levantan a sus compañeros.
Eso sí, no fue un proceso fácil. El jugador referencia de Fnatic tuvo que pasar por terapia para buscarse a sí mismo tras un año muy complicado: "Fui a terapia en 2017. No podía ser el líder, el shotcaller; tenía problemas a la hora de buscar qué quería ser, por eso empecé a ir a terapia. Ahí entendí que simplemente tenía que ser yo mismo.", eso sí, ahí comprendió algo esencial como que "juego mejor cuando me siento bien, cuando estoy bien mentalmente. Mucho más que si dedico más horas a entrenar".
Como cierre de este bloque dedicado al Rekkles más personal, el tirador cuenta que "hay semanas mejores y semanas peores, pero la clave es fijarse en los pequeños detalles", y más importante aún, "que es difícil, es imposible hacerlo perfecto o genial siempre".