Lleva meses haciendo ruido y cada vez hay más pruebas de que Free Fire, el battle royale para dispositivos móviles de la empresa de videojuegos del sudeste asiático Garena, es un juego con una ingente base de jugadores. Si el millón de espectadores (300,000 de ellos en el directo en español) de la Copa Mundial de este título para móviles celebrada el pasado mes de abril mostraba el potencial de sus competiciones, este verano se constató con un pico de más de 800,000 personas en las finales de la Free Fire Pro League brasileña. Free Fire es una fiebre en Latinoamérica y Asia.
Y parece que no es flor de un día, ya que ayer mismo, LVP LATAM celebró la edición 2020 de la Copa América de Free Fire. La Ciudad de México acogía a los mejores clubes de toda Latinoamérica y no hay más definición que la de rotundo éxito. En el momento en el que se escribe esto, la emisión de Youtube en español cuenta con más de 7 millones de visualizaciones. La brasileña, más de 8 millones y medio.
La base es el battle royale que todos conocemos: Free Fire apuesta por 50 personas lanzados a un mapa gigante con el objetivo de sobrevivir y ser el último en pie. Tras una apariencia realista bastante similar a PUBG Mobile se esconde una enorme cantidad de opciones de personalización, eventos temporales, armas, vehículos e incluso personajes con habilidades especiales. Una propuesta que va en consonancia con la vorágine de actualizaciones que acompañan a cualquier juego como servicio que se precie.
Y aunque en Europa escuchemos poco sobre este juego, lleva ya un tiempo siendo un éxito más allá de las competiciones. En 2018, Garena Free Fire fue el segundo juego más descargado en Google Play Store en el último trimestre de 2018 y se erigió como el cuarto juego más descargado en el mundo en 2018 sumando los datos de iOS y Google Play Store. No en vano, acumuló en torno a 182 millones de descargas. También es un éxito económico: 90 millones de dólares recaudados en el primer trimestre de este año, superando los 76 millones del Q4 de 2018.
En 2019 estos datos se han seguido creciendo hasta entrar en el selecto club de los videojuegos con mil millones de dólares recaudados desde su salida. Además de eso, en mayo del pasado año se superaron los 450 millones de jugadores registrados. Un éxito sin paliativos.
Y es que en España aún no ha llegado esta fiebre, donde los hits estrella de Supercell como Clash Royale o Brawl Stars siguen marcando la actualidad de los videojuegos competitivos en plataformas móviles. Como antes hemos dicho, este es un fenómeno que tiene sus grandes caladeros de jugadores tanto en Latinoamérica como en Asia; esto genera unas peculiaridades añadidas como la forma de consumir los directos.
Al menos en Latinoamérica, Facebook y Youtube llevan la delantera a una plataforma más tradicional a la hora de hablar de competiciones y directos como es Twitch. Una muestra de esto último es que esos más de 800,000 espectadores de la Pro League brasileña se corresponden a la suma de Facebook y Youtube, y que el servicio de streaming de Amazon no tenía ni una señal de la competición.
Además de las competiciones, en las que la empresa española Liga de Videojuegos Profesional (LVP) tiene mucho que decir - organizó las Free Fire League LAN y LAS que otorgaron plaza al mundial, además de los recientes circuitos por países -, Free Fire ha sido un título en el que los creadores de contenido se han mostrados muy cómodos. De ahí que se hayan forjado unos hábitos de consumo en los que Youtube y Facebook, este último mucho más popular entre la juventud que en España, reciban el trabajo de youtubers y streamers.
En España, donde el battle royale se identifica con consolas y PCs, Garena Free Fire está en estos momentos en el puesto número 13 de la Play Store en cuanto a rentabilidad, aún por debajo de Clash Royale, PUBG Mobile o Dragon Ball Dokkan Battle, por citar algunos ejemplos. Países asiáticos o latinoamericanos como Brasil presentan un difícil acceso a consolas o PCs, como evidencia la iniciativa para crear su propio Nintendo Direct. De ahí la importancia de Free Fire, un juego para móviles que tiene todo lo que identifica a los battle royale, pide poca máquina y cuenta con una tonelada de contenidos y actualizaciones.