Los videojuegos contaminan. No nos alarmemos, casi cualquier actividad humana deja su huella ecológica y colabora en las emisiones de CO2. Está claro que ni los videojuegos ni las personas individuales son las culpables del cambio climático, sin embargo, si nos hace recordar que para el bienestar del ser humano en el medio y largo plazo es necesario realizar grandes cambios.
De entre todos los títulos, FIFA 19 ha sido el que se ha llevado el dudoso honor de ser el que más emisiones de CO2 ha provocado durante el pasado año con nada más y nada menos que 912.581 Kg. En el ranking le siguen Red Dead Redemption 2 y Call of Duty: Black Ops 4. No es que desde Electronic Arts no controlen las emisiones de sus juegos, también influye el ingente volumen de ventas. Además, el hecho contar con entregas anuales hace que la sitación sea todavía más grave.
El estudio deja ver alguna que otra evidencia, como que los videojuegos en formato físico son mucho más contaminantes que las descargas digitales y que a mayor duración o tiempo de juego medio, mayores son las emisiones por el propio consumo eléctrico.
De entre las consolas, destaca negativamente PlayStation 3, pues parece ser que la máquina no funcionaba demasiado bien en lo que se refiere a la eficiencia energética. La primera versión emitía unos 50 gramos de CO2 a la atmósfera por hora de juego.
Pese al mal hacer de Sony con la PS3, en el cómputo general Microsoft se lleva la palma con una XBOX 360 que rendía en términos similares y una XBOX One algo menos eficiente que sus competidoras de Play. Los más ecologistas podéis quedaros tranquilos si sois usuarios de las consolas de Nintendo, Switch y compañía son las que menos huella ecológica dejan de todo el mercado.
Fuente | Datos generados con multitud de recursos que incluyen la calculadora de uso de energía, Forbes y el National Geographic.