Como en toda franquicia o saga que sea bastante longeva, siempre hay algunas obras que la componen que no están a la misma altura que las que la empezaron. No solamente pasa en los videojuegos, sino también en el cine, las novelas y todo tipo de productos culturales. Con el estreno de Sonic: La película, nos ponemos manos a la obra para analizar en profundidad qué juegos del Erizo Azul deberían haber sido rehechos (de un modo u otro) en aras de procurar mantener el legado de Sonic a la misma altura que el primer título que nos llegó en 1991 para Mega Drive: Sonic the Hedgehog.
Antes de empezar, vamos a meternos un poco en contexto. Sonic llegó por parte de SEGA a finales de los ochenta, principios de los noventa, para competir contra el Mario de Nintendo. El fontanero no tenía rival por aquel entonces y Nintendo dominaba el sector de las consolas. Sega tomó la dura decisión de cambiar a su mascota, Alex Kidd, por la de Sonic, apostando por crear una criatura única que fuera fácilmente reconocible por el público y que llamase la atención. De ese modo, Naoto Oshima y Yuji Naka dieron vida y forma al Erizo azul tal y como lo conocemos hoy en día (aunque ha sufrido algunas modificaciones, como el cambio de color de sus ojos pasando de negro a verde).
En el CES de 1991 se presentó de forma oficial Sonic the Hedgehog para la Mega Drive, que debía competir contra Mario y la Super Nintendo. El resultado para SEGA fue todo un éxito y Sonic se convirtió en el videojuego favorito de los jugadores. La gente se compraba la Mega Drive solo para jugar al videojuego más rápido al que jamás le habían hincado el diente. Posteriormente la saga se amplio con Sonic the Hedgehog 2, que traía a nuevos personajes (como Tails), y la cosa no hacía más que mejorar. Sin embargo, ya años después, con la aparición de consolas de nueva generación como PlayStation, Sega no tuvo nada que hacer y paso de centrarse solamente en software, en lugar de hardware.
A partir de entonces, Sonic ha pasado por diversos sistemas (incluso Nintendo, sí) para intentar mantenerse con vida y conseguir enamorar al público con sus juegos tal y como lo hizo en los noventa con Sonic the Hedgehog. No obstante, el Erizo ha tenido más altibajos de los que podemos imaginarnos. Vamos con ese repaso a algunos de los juegos a los que se debería haber dado una vuelta antes de publicarse.
Sonic Boom: Rise of Lyric
Es probablemente el juego al que más le hacía falta una revisión a fondo. Sonic: Rise of Lyric nació a raíz del éxito de serie de televisión Sonic: Boom que se había lanzado para captar a un público infantil para la saga. El diseño de los personajes estaba ligeramente cambiado y los personajes protagonistas mantenían una relación más estrecha. El juego, sin embargo, no tuvo la misma acogida que la serie, para su desgracia. Ryse of Lyric está repleto de bugs y no terminó de funcionar exactamente igual de "bien" que Shattered Crystal para 3DS. El cambio constante de personajes y el diseño de niveles no cuajó con la esencia de Sonic, puesto que en vez de estos estar centrado en pasarlos rápidos, teníamos que explorar para conseguir cristales y poder pasar a la siguiente zona.
Sonic the Hedgehog 4
Puede que expandir la saga base de Sonic no fuera una buena idea. Sonic the Hedgehog 4 tiene uno de los peores problemas que le podría pasar a Sonic: que este se sienta pesado. El personaje no fluye por la pantalla como debería y el jugador no tiene la sensación de ligereza que el Erizo presentaba en las primeras entregas. La gracia de Sonic, es poder correr a máxima velocidad, teniendo la impresión de que podemos ir más veloces que hasta la misma luz. Así como ser hábiles con los saltos, volteretas y otros movimientos característicos de Sonic. Sin embargo, esta cuarta entrega de Hedgehog transmite todo lo contrario. Además de que, por otro lado, los niveles que presenta son simplemente refritos de Hedgehog 1 y 2.
Sonic Shuffle
La respuesta de Sonic Team al Mario Party de Nintendo no fue del todo correcta. Mario es un personaje que se ha adaptado a todo tipo de géneros a lo largo de los años, y el público lo ha entendido (y aceptado) puesto que este no llegó para reinventar ninguna rueda. Sin embargo, el planteamiento inicial de Sonic sí que fue, un poco, que ofrecía una experiencia que los usuarios nunca antes habían vivido (ya hemos comentado aquello de la velocidad). Por lo que llevar al Erizo a un tablero, con otros personajes, en el que se realizaban diversos minijuegos no terminó de cuajar.
Sonic Free Riders
El Kinect no es que haya sido nunca un accesorio demasiado empleado en Xbox 360. Sonic Free Riders funcionaba a través de él y su captación de movimientos para realizar las carreras. El resultado era bastante frustante, puesto que el Kinect no captaba siempre los gestos que hacíamos para jugar y era bastante sencillo chocarse con todo lo que encontrábamos a nuestro paso. Las curvas, un infierno. Desde luego, habría estado mejor si se tratase de un videojuego de carreras convencional (como los anteriores).
Sonic Labyrinth
Sonic no puede correr en este videojuego porque el Dr. Eggman le ha cambiado las botas por otras más pesadas. Por lo que Sonic, debe desplazarse de un lado a otro rodando. El sistema de control de dicha acción, en muchas ocasiones, mandaba al Erizo donde le parecía, y se hacía un poco cuesta arriba poder indicar correctamente la dirección del mismo. Por otro lado, el diseño de niveles era bastante plano y prácticamente no había variedad en ninguno de ellos. Los objetivos eran constantemente los mismos y la eliminación de los bosses era un poco aleatoria.
Sonic the Fighters
Si lo que buscabas era partirte la cara con algún personaje en concreto del universo de Sonic, aquí tienes tu deseo concedido. Sonic the Fighters fue ideado para máquinas arcade con la intención de llamar la atención de los juegos de lucha mediante la representación de los personajes de Sonic. Sin embargo, el control de los luchadores era un poco tosco y había poca variedad de combos y movimientos en los combates, cosa que hacía que fuera un tanto repetitivo. Los gráficos, por su parte, tampoco despuntaban demasiado y la jugabilidad presentaba severos bugs que podían fastidiar la experiencia de juego de los usuarios. Una revisión a último momento le habría venido como un guante.
Sonic Adventure
Aunque el esfuerzo fue para tener en cuenta y los niveles 3D tampoco estaban del todo mal, el mundo "abierto" de Sonic Adventure rompía bastante con la esencia del personaje y se sentía algo vacío. La cámara y el control eran, en muchas ocasiones, lo que generaba que no pudiéramos completar los niveles, porque nos jugaban muy malas pasadas.
Sonic the Hedgehog (2006)
La llegada de Sonic a consolas de alta definición no fue del todo bien acogida. Con una fórmula similar a la de Sonic Adventures, este Sonic the Hedgehog mostraba unos gráficos muy satisfactorios y hasta un nuevo personaje: Silver the Hedgehog. Pero al reciclar el estilo de los Adventure, quedó claro que era una fórmula un tanto añeja que ya no transmitía lo mismo. El género avanzó mucho hasta la incorporación de Sonic a consolas de nueva generación y hubiera estado mejor que, en vez de mirar al pasado, se intentase aportar algo diferente a lo antes visto. Los bugs, como siempre, a la orden del día.