El deporte tradicional y los deportes electrónicos tienen muchas cosas en común. Además de compartir el factor emocional, el ansia de competición y la capacidad de unir a personas de distintas partes del mundo, también poseen un desarrollo fluido a lo largo del tiempo. El fútbol, el baloncesto o el League of Legends no son iguales hoy que hace años, en gran medida gracias a las novedades que se introducen como el Video Arbitraje o los parches que cambian el metajuego, según el caso.
Los estilos de juego cambian gracias a revolucionarios como Mike D'Antoni, Johan Cruyff o Luka "Perkz" Perkovic. Sin embargo, hay ocasiones en las que las reglas han de cambiar para dejar fuera conductas o tendencias que convierten un deporte en algo más tóxico o más aburrido. Baloncesto y fútbol resolvieron sus crisis hace unas cuantas décadas de esta manera, y puede que League of Legends necesite un golpe de efecto similar.
La matemática al servicio de la NBA
El baloncesto sufrió una profunda crisis a principios de la década de los 50. Los equipos dieron con la forma de detener a los grandes pivots dominantes de la competición: conservar el balón. Lo que hace unos años eran festivales de anotación, se habían convertido en resultados como el de Minneapolis Lakers contra Fort Wayne Pistons, 18-19 en los 48 minutos de encuentro reglamentarios.
Esto también sucedía en el baloncesto europeo, donde en 1956 se presenció un duelo poco más que bochornoso entre la selección de Hungría y la de la URSS donde los soviéticos llegaron a mover el balón sin lanzar a canasta durante 13 minutos.
La solución nacería de mano de Danny Biasone, presidente de los Syracuse Nationals, quien formuló que habría que dividir los 2880 segundos de un partido de baloncesto oficial entre los 120 tiros que se estimaron como la media ideal. El resultado no es otro que los 24 segundos del reloj de posesión que todo el mundo conoce y que salvaron el baloncesto de morir fruto del aburrimiento de los seguidores.
El nacimiento de la cesión al portero
El mundial de Italia 90 es recordado por la defensa de la Italia del sur frente a la Italia del norte por parte de Diego Armando Maradona y por ser el último de la URSS, pero también por el pobre nivel de juego de equipos como la Brasil de Dunga. La razón era que los equipos estaban abusando del pase al portero, quien esperaba a la presión del rival para asir el balón con sus manos y perder tiempo.
Aunque el caso más sangrante fue el partido entre Boca Juniors de Argentina y Oriente Petrolero de Bolivia de la Copa Libertadores 1991 que terminó con 0-0. Ese resultado eliminaba a River Plate, por lo que ninguno de los equipos quiso jugar, convirtiendo el duelo en un festival de pases al arquero.
Un año más tarde, en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 se introdujo la cesión, una regla que impedía que el portero pueda coger el balón tras recibirlo de los pies de un compañero de equipo. En su momento fue acogida con algunas reservas, pero hoy en día se entiende que es una de las normas más importantes de la historia del fútbol.
Soraka y Sona Top, ¿enfermedad o síntoma?
No hay duda de que venimos de más de un año muy positivo en cuanto a metajuego se trata en League of Legends. 2019 fue el año en el que al fin se logró que la totalidad de los campeones del juego fuesen usados en partidas oficiales, y las visualizaciones de ligas como la League of Legends European Championship o el World Championship dan la razón a esta afirmación al conseguir los mejores datos de la historia.
Sin embargo, algo extraño está pasando esta temporada. Más de dos minutos adicionales duran las partidas profesionales con respecto a lo visto en 2019. La actual LEC de primavera está en los 34:35 minutos de media frente a los 32:15 de la misma competición el pasado verano. Puede parecer poco, pero la sensación en la comunidad es de que el metajuego se ha ralentizado.
Las razones detrás de esto bien pueden ser el bajón de estadísticas que otorgan los dragones elementales, objetivos clave en el juego temprano, y la escasa importancia de roles como el de toplaner. Los jugadores de la calle superior siempre usan su supuesta "irrelevancia", pero la aparición de apoyos como Soraka y Sona en dicha línea ha encendido las alertas.
Dado que no existe una gran recompensa por ganar la línea, hay jugadores que usan campeones como Soraka para tener una fase de calles bastante segura y limitarse a ayudar a sus compañeros en las peleas grupales que se dan más adelante en la partida. Los jugadores han dado con una estrategia rentable, pero que quizás no es la más vistosa para el espectador neutral.
Riot Games ya tiene algunos cambios programados en el parche 10.4 que debilitarán tanto a Soraka como a Sona. Eso sí, quizás merezca la pena preguntarse si esto es un parche momentáneo que tapa un par de fugas en el casco del metajuego, y si sería necesario un replanteamiento de los sistemas internos del juego que primen algo más el espectáculo.