Con solo 12 años ha dado el salto a un club profesional Enrique Ramos, que formará en la sección de esports del Valencia CF. Lo hará, concretamente, en Fortnite.
Este fichaje convierte a Enrique en el jugador más joven de los esports nacionales en fichar por un equipo profesional. El jugador ya ha conseguido vencer, entre otros, un torneo organizado por TheGrefg. Su talento y proyección parecen haber dejado de lado su evidente juventud y, junto al conjunto de la ciudad del Turia, tratará de conseguir sus objetivos en Fortnite.
En principio, si se mantiene al jugador en las mismas condiciones que en su anterior club, el jugador no tendrá un horario de entrenamiento definido y podrá compaginar el juego y los estudios como cualquier otro niño de su edad.
Según declaraba a Vandal Sergio Benet, responsable de la sección de esports del club: “Enrique es sencillamente increíble. Lo que está haciendo a su edad nos impresiona y es un lujo poder contar con su talento en nuestro equipo. Nos parece un complemento perfecto para nuestro jugador Empershao que se implicó personalmente en el fichaje”
Este tipo de contrataciones siempre traen consigo polémica ante la juventud de los jugadores. Depende de la gestión de su equipo y sus educadores podría suponer incluso un refuerzo positivo, pero es siempre un movimiento arriesgado. Incluso el caso de Bugha, campeón del mundo de Fortnite, trajo consigo momentos polémicos debido a los 16 años con los que consiguió hacerse con la copa.
El club también ha firmado al jugador Alex666, que debería cerrar la plantilla del conjunto che. Ambos jugadores se presentarán en Mestalla en un evento organizado por el club que tendrá lugar el sábado 8 de febrero.
En cualquier caso, Enrique Ramos ya está acostumbrado a lidiar con la audiencia, pues cuenta con un canal de YouTube de 90.000 suscriptores y se mantiene activo en redes sociales.
El actual Campeón del Mundo Fortnite Battle Royale se coronó en los premios de esports como el mejor jugador de la plataforma, pasando por encima de Perkz o s1mple.
