Fortnite podría haber dado un giro importante en lo que se refiere a su apartado competitivo. Recientemente, se ha añadido a su Battle Royale un nuevo modo temporal: Buscar y Destruir. Un modo clásico y típico de muchos FPS que se hizo popular gracias a Counter-Strike y Call of Duty. Para los que no lo conozcáis, se trata de un modo en el que dos equipos, generalmente compuestos por seis jugadores cada uno, se enfrentan a muerte. Un equipo tiene objetivo colocar un artefacto explosivo en dos bases enemigas, mientras que el otro debe evitar que eso ocurra. Solo hay una vida por ronda. Es decir, que si morimos no resucitaremos hasta la siguiente.
Buscar y Destruir es el modo perfecto para competitivo. Así lo lleva demostrando durante años el ya nombrado Counter-Strike, puesto que es su modo estrella. El modo crea partidas exigentes y de alto nivel en el que el más mínimo error o fallo es castigo severamente. El trabajo en equipo es vital para poder ganar la partida y la elaboración de estrategias debe ser perfecta para desmarcarse de los rivales y poder realizar labores de ataque o defensa en condiciones.
La esencia de Fortnite siempre ha sido el todos contra todos. Natural, por otra parte, puesto que el battle royale nace de ese concepto; el de matar a todos y quedarte el último de la partida como rey absoluto. El demostrar tu habilidad como jugador de forma individual sin necesidad de depender de un equipo. No obstante, también existe la posibilidad de poder jugar en equipo con los modos dúos o escuadrones, que añaden cierta variedad y más frenetismo en las partidas, porque estas se convierten en un caos absoluto cuando se hacen escaramuzas de 4vs4 y todos los jugadores empiezan a construir a lo loco para poder protegerse de los enemigos.
Buscar y Destruir, sin embargo, es algo totalmente diferente. Es, a nuestro parecer, un modo que debería quedarse de forma permanente en el juego de Epic Games e instaurarse como uno de los modos principales de competitivo, además. Aquí, por raro que parezca, se eliminan las principales características de Fortnite, aquellas que lo hacen único y que ya hemos comentado: la construcción desenfrenada y el individualismo.
En Buscar y Destruir la construcción está muy limitada. Solamente podemos realizar muros puntualmente con los recursos que compramos al inicio de cada ronda (la misma metodología que CS:GO) y no podemos recolectar materiales, de modo que estamos obligados a jugar con las coberturas ya establecidas por los dos mapas que hay actualmente disponibles: Cala y Fábrica. Además, ese dinero con el que compramos material, también es el mismo que se usa para adquirir armamento y escudo, por lo que no sale demasiado rentable invertir en muros de piedra porque lo que importa aquí, es tener munición para acabar con los enemigos. Sobre todo si defendemos los objetivos.
Precisamente eso, curiosamente, el cambiar por completo el estilo de Fortnite, hace que Buscar y Destruir sea uno de los mejores modos que jamás hemos jugado en el Battle Royale de Epic Games. La reconfiguración de todo lo aprendido hasta ahora hace que tengamos que readaptarnos al estilo de juego obligado que establece ByD. De poco sirve aquí la altura, lo rápido que seamos en construcción o lo bien que sepamos usar el mapa a nuestro favor.
Lo importante en este modo es la puntería, saber escoger los enfrentamientos y tener por la mano las mejores posiciones para defender y atacar de sendos mapas disponibles. Las competiciones de Fortnite se basan normalmente en sus modos estrella, pero, ¿y si Epic Games pusiera de modo fijo Buscar y Destruir? ¿Podría hacer frente a otros juegos como CS:GO o Call of Duty?
Desde luego, supondría un cambio radical en la forma en la que se concibe el juego, pero también serviría para que no fuera tan "exclusivo" de aquellos que solamente se dedican profesionalmente a él. En otras palabras, hablando en términos de multijugador, Fortnite siempre ha sido muy singular. Así como, volviendo a los ejemplos de antes, CS: GO o Call of Duty son fáciles de seguir e incluso de poder incorporarse a ellos. Fortnite se ha mantenido distante por la curva de aprendizaje que requiere para poder jugar de forma decente.
No obstante, ese Buscar y Destruir puede ser la clave para que el juego abra más sus puertas a todo tipo de jugadores procedentes de otros shooters. Sí, evidentemente, no pasarse de Fortnite a Call of Duty, que a la inversa, pero sería un factor que hiciera que Fortnite pudiera tomar un papel bastante destacado en los esports. Más incluso del que ya ocupa.
Por ahora, el modo va a permanecer activo hasta el 17 de febrero, fecha en la que desaparecerá. Esperemos que Epic Games vea el impacto positivo que podría tener en los esports y cómo serviría para cambiar su multijugador y abrirse hacia otros derroteros. Cosa que, por otro lado, le vendría de maravilla al battle royale para poder vivir más tiempo y no quedarse estancado en un único modo.